"Y si el acusado iba tan borracho, ¿cómo se atrevió a subirse al coche y le dejó conducir?"

Los amigos del acusado por el crimen de Ricla aseguran ante el jurado que el día que disparó y mató a Robert Racolti había bebido mucho e iba borracho.

Francisco Canela Grima durante el juicio en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, Francisco Canela Grima, este miércoles, en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
José Miguel Marco

Cuando el 10 de enero de 2016 disparó accidentalmente contra Robert Racolti, de 23 años, causándole la muerte, Francisco Canela Grima, de 46 años, iba borracho. Esa es la tesis que mantiene al menos la defensa en el juicio por el crimen de Ricla, de ahí que este miércoles  llamara a declarar como testigos a varias de las personas que aquella tarde vieron al presunto homicida con una cerveza en la mano. También comparecieron ante el jurado algunos de sus amigos, que reconocieron que además de beber, solía tomar marihuana y cocaína.

Durante las dos primeras sesiones del juicio –que comenzó el pasado viernes– fueron interrogados tanto el acusado –para el que la Fiscalía pide 19 años y medio de prisión y la acusación particular 25– como los principales testigos de los hechos, incluida la novia de la víctima. El primero insistió en que no quería matar a nadie y aseguró que se le disparó la pistola cuando forcejeaba con Robert Racolti en la bodega donde lo había citado para aclarar la nota obscena que supuestamente le había enviado la pareja de este. Pero la joven dio una versión muy distinta, al afirmar que nada más llegar al lugar donde les había convocado, el acusado dijo: "De aquí no va a salir nadie vivo".

La novia del fallecido salió de la bodega en busca de ayuda después de que Francisco Canela le apuntara con un arma e hiciera un disparo intimidatorio al suelo. Cuando la chica regresó, la víctima ya había recibido un disparo en la cabeza.

Según explicó este miércoles un amigo del encausado, la tarde en que ocurrieron los hechos estuvo con él viendo un partido en el campo de fútbol de Ricla. "Bebió bastante. Tanto que al coger el coche para volver después al pueblo conducía con dificultad, de forma brusca", manifestó. "Y si iba tan mal, ¿cómo es que usted se atrevió a subirse a ese coche y no le impidió ponerse al volante?", le inquirió la fiscal. "Era un trayecto corto", dijo el testigo.

El juicio continuará este jueves con la intervención de los forenses que practicaron la autopsia al cadáver del fallecido.

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