La crecida del Ebro que anega ya miles de hectáreas en los municipios ribereños de la provincia de Zaragoza está causando estragos entre los agricultores y ganaderos de la zona.

José María Arnillas, propietario de la ganadería 'La Rebomba', cuya finca se extiende entre los términos municipales de Alfajarín y El Burgo de Ebro, denuncia que varios animales han muerto a causa de la extraordinaria avenida y que en torno a 300 vacas de su propiedad han quedado "atrapadas" por las inundaciones.

"No damos abasto para reparar las vallas y hemos contabilizado ya seis vacas muertas en un sitio y cuatro en otro... Esto es un sin vivir, cinco noches aquí sin dormir con la familia arruinada y sin recibir ninguna ayuda ni ninguna visita por parte de la Administración", lamenta, indignado, este ganadero, que el pasado viernes remitió un escrito a la DGA solicitando refuerzos para poder evacuar a los animales ante la "peligrosidad y siniestralidad potencial de la riada del Ebro" en esta zona.

En dicho documento enviado al Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Arnillas exponía las dificultades que atravesaba la finca para "asegurar la vida y la correcta alimentación" de los animales de su propiedad, y solicitaba asimismo a la DGA la puesta en marcha de medidas puntuales que le permitieran acelerar el traslado de las reses a otras explotaciones colindantes, la cesión de material técnico para mantener temporalmente a estas y el suministro de alimentación mientras perdurara la situación de impracticabilidad en la finca.

"A día de hoy (martes) todavía no he recibido respuesta, y el agua ha llegado ya hasta el límite de la finca, ocupando el 99% de las cien hectáreas", lamenta este ganadero, que teme pérdidas importantes puesto que al encontrarse las infraestructuras rotas a causa de la avenida, muchos animales se están escapando del recinto por las noches. En 2015, con la anterior crecida extraordinaria, Arnillas asegura que los daños ocasionados por la riada superaron los 480.000 euros.