El abad del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha retirado el recurso contencioso administrativo que presentó el año pasado en la Audiencia Nacional para bloquear la exhumación de los hermanos Manuel y Ramiro Lapeña Altabás, dos vecinos de Calatayud que fueron fusilados en 1936 en la ciudad bilbilitana y, años después, trasladados al conjunto monumental de El Escorial construido por el régimen franquista entre 1940 y 1958.

Así lo confirmó este sábado Miguel Ángel Capapé, yerno de Manuel Lapeña, quien, a pesar del comportamiento del superior benedictino, se mostró "cauteloso". Capapé recordó que el periplo judicial de los Lapeña se remonta a 2010 y que hoy por hoy no han conseguido su único propósito. De hecho, indicó que han acudido hasta el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea por este asunto, aunque de momento no han tenido noticias de estos estamentos.

Hasta ahora, la posición del abad había impedido que los técnicos de Patrimonio Nacional accedieran al complejo funerario, tal y como ordenó un juzgado madrileño en 2016. Los funcionarios deben acceder a la cripta para localizar los restos, identificarlos, determinar el estado de conservación y proceder a su exhumación si es que es posible llevarla a cabo.

Las gestiones de la CEE

En el cambio de opinión del padre benedictino han tenido mucho que ver las declaraciones públicas que el viernes hizo Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). "Si la autoridad legítima, al abad del Valle de los Caídos le dice ‘aquí tenemos estos restos, mandemos que sean custodiados aquí’, el abad no se puede negar ni para recibirlos ni para sacarlos", dijo el cardenal. El viernes, la portavoz de Justicia del PP en el Senado, Esther Muñoz, señaló que llevan tiempo trasladando al abad "la sensibilidad" de las familias afectadas y consideró que su trabajo también ha influido en el cambio de opinión.

Lo previsible es que ahora Patrimonio Nacional pueda acceder al interior del Valle de los Caídos para examinar los restos de los aragoneses. De momento, lo único cierto que sabe la familia es que los responsables del organismo dependiente del Ministerio de Cultura les han manifestado su intención de convocar próximamente una reunión para abordar la nueva situación.

Manuel Lapeña fue fundador de la CNT en Calatayud y fue fusilado en julio de 1936 en un barranco cercano a la ciudad. Tras estos hechos, su hermano Antonio se ocultó, pero se entregó en octubre de ese año a las autoridades y poco después fue fusilado en la tapia del cementerio bilbilitano.