La "inusitada" violencia desplegada por Wieslaw K., de 42 años, capaz de "amedrentar" e "intimidar" a su mujer Edyta T., a su hijo y a su suegro, es una de las razones por las que la magistrada Soledad Alejandre, titular del Juzgado de Instrucción número 2, decretó este lunes su ingreso en prisión preventiva y sin fianza.

Wieslaw K. fue detenido el 7 de enero en Magallón después de haber destrozado a martillazos la casa familiar y luego atrincherarse durante cinco horas en un piso de la localidad y terminar agrediendo a un guardia civil. Su estado de agresividad era tal que fue preciso sedarlo y, por recomendación del forense, ingresarlo en la unidad de psiquiatría del Hospital Miguel Servet custodiado por agentes.

Una vez dado de alta, este 15 de enero fue puesto a disposición judicial. El hombre admitió los hechos aunque los justificó argumentando que tenía razón en lo que hacía y que la casa era suya, ya que la había construido él. Tras escuchar su declaración, el fiscal y la abogada de Edyta T., Amparo Romero Pascual, solicitaron que fuera enviado a la cárcel de forma preventiva por el riesgo que existe de reiteración delictiva, con lo que la juez se mostró de acuerdo. Esta valoró no solo los daños causados en la casa -como evidencian las fotografías tomadas por la Guardia Civil-, sino también que Wieslaw K. tiene antecedentes por violencia de género (una condena por un delito leve de injurias) que le acarrearon una orden de alejamiento de su mujer que terminó de cumplir el 10 de noviembre de 2017.

"Esta medida, al parecer, no cumplió la finalidad para la que fue adoptada pues inmediatamente después de haber perdido su vigencia el investigado se personó en el domicilio de su mujer y empleando una violencia desmedida destrozó los muebles bajo el argumento de que le pertenecían", recoge la juez en su auto. De hecho, el investigado se marchó a Polonia durante el mes de diciembre y nada más regresar a Magallón se dirigió directamente al trabajo de su mujer y, al no encontrarla, se presentó en la casa en la que Edyta T. reside con sus hijos. Además de los daños en la vivienda, la magistrada aprecia que también mediaron amenazas y un intento de agresión que la víctima pudo neutralizar con el uso de un spray de autodefensa, lo que le permitió salir corriendo a la calle y ponerse a salvo con su hijo de 16 años.

Cuando ocurrieron estos hechos los vecinos de Magallón y su alcalde, Víctor Chueca, salieron en defensa de su vecina y rechazaron la violencia empleada por su marido. Desde que fue detenido tenía prohibido acercarse a menos de 200 metros de la localidad zaragozana. El primer edil anunció que pensaba ponerse en contacto con el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, para solicitarle mayor seguridad y agilidad a la hora de asistir a las víctimas, pues desde que avisaron a la Guardia Civil para contar que Wieslaw K. estaba destrozando la casa y la patrulla llegó al lugar pasó más de una hora