El lobo vuelve a atacar y deja dos ovejas muertas en Leciñena

El último suceso conocido tuvo lugar el pasado mes de julio en Perdiguera

Una de las ovejas muertas por el ataque del lobo en una explotación de Leciñena
Una de las ovejas muertas por el ataque del lobo en una explotación de Leciñena
Patricia Puértolas

El lobo ha vuelto a atacar en Los Monegros. Los hechos han tenido lugar esta madrugada en una explotación de Leciñena, donde ha matado dos ovejas, que ha devorado de forma parcial.

El último ataque conocido tuvo lugar el pasado 27 de julio en otra localidad monegrina, Perdiguera, y desde entonces, poco o nada había vuelto a saberse de este depredador, que apareció cuatro meses atrás y que dejó alrededor de 360 ovejas muertas, según las cifras manejadas por los ganaderos, diferentes a las ofrecidas por la administración, que rebaja el número a los 112 ejemplares. De una u otra forma, su presencia creó una gran alarma y provocó el malestar de los profesionales del sector.

En esta ocasión, el damnificado ha vuelto a ser uno de los ganaderos más castigados por el lobo, Jesús Montesa, de Leciñena, cuyo rebaño ya fue objeto de hasta siete ataques. En total, perdió 65 animales. Ahora, ya son dos más y encima, este ataque parece evidenciar que las medidas disuasorias recomendadas por la administración «resultan ineficaces», señala el afectado. De hecho, las ovejas estaban situadas en un nuevo pastor eléctrico de 1,80 metros de altura, que ha sido incapaz de impedir la entrada del cánido.

«Hemos realizado una inversión que de nada sirve; estamos frustrados y por supuesto, muy preocupados, ya que acabamos de comprobar que puede burlar sin dificultades las nuevas medidas de protección», insiste Montesa, que, de persistir la situación, está planteándose la posibilidad de abandonar la cría de ganado ovino. «Hemos luchado durante muchos años y en mi caso, he conseguido levantar esta explotación y además, darle un futuro a mi hijo, pero todo será inútil si ahora debemos enfrentar la presencia del lobo». «Las pérdidas son importantes y las ayudas ofrecidas por la administración, insuficientes», añade.

Para evitar nuevos ataques, el pastor ha realizado una importante inversión. De hecho, ha adquirido dos pastores eléctricos de 1,70 metros así como un tercero de 1,80, incluyendo la altura que proporciona una cinta superior sin corriente. También está adiestrando dos perros mastines.

El nuevo ataque ha tenido lugar en una finca muy próxima a la carretera A-129, en una zona de gran actividad, especialmente debido a la actual temporada de siembra.

Ante la falta de incidentes, la administración había llegado a pensar que el lobo podía hacer abandonado la Comunidad, ya que era difícil que se mantuviera alimentándose solo de carroña o pequeños animales. Frente a ello, los ganaderos estaban seguros de que todavía seguía en Aragón y del conjunto, algunos sospechaban que estaba siendo alimentado para evitar nuevos ataques a rebaños.

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