La Policía Local de Tauste consiguió localizar este jueves por la noche sana y salva a una familia vasca que se perdió en el monte cuando intentaba regresar al hotel del santuario de Sancho Abarca, donde se encontraba alojada para pasar el puente del Pilar. Pasadas las once, al encargado del establecimiento le extrañó que la pareja y sus dos hijos, de 5 y 3 años, no volvieran, por lo que decidió llamarles por teléfono. Tras varios intentos fallidos, puesto que su móvil no daba señal, preocupado, el recepcionista puso en alerta a los municipales.

El santuario de Sancho Abarca se encuentra sobre las sierras de las Bardenas, a unos 15 kilómetros del casco urbano del municipio cincovillés y muy cerca del límite provincial con Navarra. Se trata de una zona agreste de monte, con más de 300 kilómetros de pistas forestales y pronunciados barrancos. De ahí la preocupación de los agentes de la Policía Local de Tauste, que no tardaron en batir el paraje más próximo a la ermita.

Al parecer, el matrimonio, afincado en Vitoria, había comunicado en el hotel que tenía pensado pasar la tarde recorriendo una zona conocida como El Escurridero. Uno de los policías locales, aficionado a la bicicleta de montaña, conocía este lugar, por lo que fue también uno de los primeros donde buscaron. La patrulla llevaba los indicativos luminosos encendidos y las ventanillas bajadas por si, al avistarlos, algún miembro de la familia trataba de llamarles a gritos.

Afortunadamente, las indicaciones que les dieron en el hotel fueron buenas y la Policía Local no tardó en ver el coche de los extraviados. Cuando los encontraron, los niños dormían en los asientos traseros, pero los rostros de los padres no podían ocultar su angustia. Según contaron a sus rescatadores, trataban de encontrar el camino de vuelta al santuario cuando les sorprendió la noche. Se habían quedado sin batería en el móvil, por lo que no pudieron pedir ayuda ni orientarse mediante el GPS. De hecho, llevaban unas tres horas dando vueltas sin lograr orientarse.

Según fuentes de la Policía Local, al margen del susto y el cansancio, tanto la pareja como los niños se encontraban en perfectas condiciones, por lo que bastó con acompañarles hasta el hotel para que pudieran descansar.