Ignacio Ruiz Arrondo: "No hay que bajar la guardia contra la mosca negra"

Ignacio Ruiz Arrondo (Zaragoza, 1983) es licenciado en Veterinaria y máster en Salud Pública.

Ignacio Ruiz Arrondo, ayer, en las aguas del Ebro a su paso por Zaragoza.
Ignacio Ruiz Arrondo, ayer, en las aguas del Ebro a su paso por Zaragoza.
José Miguel Marco

Asegura Javier Lucientes, catedrático de Parasitología de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, que Ignacio Ruiz Arrondo es el mejor conocedor de la mosca negra. Señor Ruiz, ¿qué hace usted en el Centro de Rickettsiosis y Enfermedades Transmitidas por Artrópodos Vectores del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja y no en Zaragoza?

Estoy en Logroño contratado por el Gobierno de La Rioja. Pero conozco la inquietud que hay en Zaragoza con la mosca negra. En Logroño no se dan las condiciones para que se desarrolle. En Zaragoza, sí. Hasta a mi novia, Paloma, le ha picado... Fue sacando a la perra a pasear, en los parques de Univérsitas, frente a Tráfico. Le picó en la pierna y el brazo. Me ha dicho que tengo que hacer algo...

¿Y qué va a hacer…?

Le cuento. Mi primer contacto con la mosca negra fue en 2006. Encontré larvas en una acequia de Juslibol y en el Meandro de Ranillas. Cogí muestras en un bote, me fui al laboratorio e identifiqué a la especie ‘Simulium erythrocephalum’. En Zaragoza no se conocía.

¡Fantástico hallazgo! Por cierto, ¿cómo usted pisando charcos por los terrenos en los que luego se montaría la Expo..?

Expoagua encargó un estudio de los mosquitos que podían causar molestias. Yo ponía trampas para capturarlos. Me puse hasta yo de cebo. Me exponía a las picaduras.

Científico-cobaya...

Suena friki, pero es una técnica que te da una información valiosa. Pillé miles de mosquitos. Hallamos 14 especies. De ellos, cuatro eran agresivos.

¿Cuándo comenzó a constituir la mosca negra un problema?

El primer estudio específico que se hizo en Aragón fue en 2009. El primer brote fuerte en Zaragoza fue en 2011. La mosca negra siempre ha estado, pero no se comportó como plaga en Zaragoza hasta 2011. Afortunadamente, no fue en 2008, el año de la Expo, porque entonces no había experiencia en el control. Ahora se hace una buena estrategia de control.

¿Cómo se controla?

Hay que combatirla donde cría, en ríos y canales, antes de que empiecen a volar. Favorece su proliferación la presencia de macrófitos (algas). Este verano, el nivel del agua del Ebro es bajo y los macrófitos han crecido. Unas moscas pican a personas y otras a animales. Se están haciendo los tratamientos precisos para combatirlas.

¿Es peligrosa la herida?

No transmite enfermedades peligrosas, como en África. Solo pica la hembra. Lo hace porque necesita de las proteínas de la sangre para poder desarrollar los huevos.

¿Y el macho?

Vive la buena vida: se dedica a comer el néctar de las plantas.

O sea, como un marajá...

Sí, sí, desde luego. Por cierto, los machos tiene más desarrollado el sentido de la visión para detectar a las hembras.

¿Son peligrosas o no...?

Si te rascas, la herida puede durar semanas. Si no, se pasa en unos días. Puede producir alergias. En 2011 y 2012 hubo 22.000 atenciones por picadura en urgencias y centros de salud. Por tanto, no hay que bajar la guardia contra la mosca negra.

¿Qué consejos le ha dado a su novia, Paloma, para que no le vuelva a picar…?

Le recomiendo una crema hidratante: es repelente. Y tener cuidado al atardecer: como hace menos calor, es cuando más atacan...

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