Un esqueleto humano auténtico y completo, en el Santo Entierro de Ateca

El Paso de la Muerte se procesiona en la noche del Viernes Santo.

Por la "anchura de sus caderas" se cree que es femenino y, aunque no existe un análisis específico, está claro que se trata de un esqueleto humano auténtico, completo, de más de 350 años y que sorprende, más a extraños que a propios, al ser el protagonista de la Procesión del Santo Entierro de Ateca.

Mide metro y medio aproximadamente, está engarzado con alambres y conforma el 'Paso de la Muerte', uno de los que se procesionan en la noche del Viernes Santo en Ateca, una localidad de unos 2.000 habitantes, muy cerca de Calatayud, donde se celebra cada año una de las procesiones más curiosas del país, según explica el historiador Francisco Martín, oriundo de este pueblo.

En este cortejo acompañando al 'Paso de la Muerte', con esqueleto y Cruz incluida, desfilan otros 33, algunos alusivos a escenas del Nuevo Testamento y otros al Antiguo, estos últimos representados por personas caracterizadas de personajes bíblicos.

Y volviendo al 'Paso de la muerte', este es portado sobre unas andas a hombros por cuatro mujeres ataviadas con túnicas negras. Salió por primera vez en la procesión de Ateca en 1661, hace más de 350 años, en un cortejo organizado por la Cofradía de la Soledad.

"Es muy difícil" determinar la identidad de este esqueleto, asegura el historiador, que plantea la hipótesis de que los restos pudieran pertenecer a un personaje de escasos recursos de la época que no tuviera dónde ser enterrado. Sin embargo, todo es pura especulación.

Todas las miradas en la procesión se tornan hacia este paso, ya que se considera una señal de mal agüero el hecho de que se detenga en una vivienda. Si así ocurriera, se esperaría "una tragedia".

Según este historiador, la idea del 'Paso de la muerte' proviene de los Franciscanos que consideraban el esqueleto como un símbolo de igualdad: "Al final de la vida tanto ricos como pobres vamos a acabar igual".

Esta procesión, tan curiosa como desconocida fuera de Aragón, sale a las ocho de la tarde de la parroquia del pueblo, con el estandarte de la Soledad a la cabeza.

A continuación desfila el 'Paso de la universidad de la Redención', integrado por cuatro personas que simbolizan los cuatro continentes (entonces no existía Oceanía) y, a continuación, los doce estandartes con los nombres de las tribus descendientes de los hijos de Jacob.

Los "patriarcas", cuatro hombres y un niño caracterizado de Abraham con su hijo Isaac, y las "Sibilas", que eran las profetisas, entre otros, van completando la procesión.

Del Nuevo Testamento, Las 'Tres Marías', el Eccehomo y la Última Cena, entre otros, también salen en esta procesión, donde echan de nuevo mano del paso de la Borriquilla, que sale el Domingo de Ramos. En total son unas 300 personas las que participan activamente en esta procesión, entre los caracterizados de personajes bíblicos y los braceros.

Y aunque lo más llamativo de la procesión es el esqueleto, el paso principal es el "Cristo Yacente", de 1660, que en lugar de ir metido en una urna va en una "cuna" de madera, y por eso se le llama "Cristo de la cuna".

Además, se procesiona al 'Cristo llovedor', un Jesús barroco del siglo XVII, a quien le sacaban en época de sequía, como "plan B", cuando "no funcionaban" las rogativas que se le hacía a la patrona del pueblo, la Virgen de la Peana.

Y como curiosidad también durante la procesión, en la plaza del pueblo, en lo alto de una tarima, se escenifica el "Santo Entierro", que consiste en envolver en una sábana al Cristo que está en la "cuna", todo ello cuanto más "lento mejor", para darle solemnidad al asunto.

Mientras tanto, alrededor de esta escenificación, se sitúan todos los pasos de la procesión, el de la Muerte incluido, que se cuida mucho de detenerse ante una vivienda, aunque "los jóvenes cada vez le van dando menos importancia".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión