El Ayuntamiento y la CHE trabajan para volver a reparar la fuente de los Incrédulos

El monumento, que data del siglo XVIII y está catalogado, fue restaurado en 2013 pero se estropeó otra vez hace dos años.

El Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) están en conversaciones para reparar la fuente de los Incrédulos, que lleva dos años estropeada. La reparación aún tardará tiempo en resolverse, ya que el monumento, que data del siglo XVIII, tiene tres ‘padres’: el Ayuntamiento, la DGA –que lo catalogó como Bien de Interés Cultural por lo que su arreglo tiene que pasar por Patrimonio– y la CHE.

Las partes creen haber detectado "un problema de diseño" que hace que los caños están inactivos y no den agua. Se trata de una cuestión de la que la asociación de vecinos Tomás Pelayo de Casablanca lleva años alertando. "Hemos avisado al Ayuntamiento varias veces y siguen sin venir a solucionarlo", explica su presidente, Gonzalo Martínez.

A su parecer, la afección se centra en los desagües, embozados por la acción vandálica. "Es una pena, la fuente está totalmente remodelada, pero no se puede utilizar", apunta. Lo cierto es que la suerte no ha acompañado a este monumento, erigido por orden de Ramón Pignatelli en el momento en que el Canal Imperial alcanzó Zaragoza. "Pasó seis o siete años sin agua, se arregló y volvió a estropearse", añade Martínez en alusión a la restauración de 2013, a la que la Confederación destinó 34.423 euros (también se rehabilitaron bancos y jardineras).

Los vecinos alertan de que el agua estancada que se acumula se convierte "en un foco de infecciones" y sostienen que alguien metió piedras por el desagüe a propósito. Por este motivo, el colectivo propone colocar una rejilla que impida que puedan pasar objetos de pequeño tamaño.

En los últimos años han mantenido contactos con Parques y Jardines, que "se comprometió a hacerlo cuando hubiese presupuesto". De hecho, la reparación de la fuente es una de las reivindicaciones que el distrito de Casablanca ha incluido en la convocatoria de los presupuestos participativos del presente ejercicio.

Placa conmemorativa

Los residentes en Casablanca también exigen adecentar la placa conmemorativa de la capitulación de Zaragoza en 1809, situada en el parque de los Incrédulos. El problema, en este caso, es que la pared en la que está colocada está plagada de grafitis. La asociación Tomás Pelayo propone colocar "un ornato con hitos de piedra y una cadena" e, incluso, "plantar unos rosales o colocar una corona de laurel".

"Hace aproximadamente un año la CHE repintó la placa pero volvieron a estropearla", lamenta Martínez, al tiempo que hace un llamamiento al civismo extensible a otros puntos del distrito para evitar que estas situaciones vuelvan a repetirse.

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