La caza nocturna se flexibilizará más y podrán romperse cados para atajar la plaga de conejos

Los conejos siguen provocando innumerables daños en los cultivos y, por eso, las medidas extraordinarias puestas en marcha hace un tiempo deben seguir aumentando. A partir de junio, cuando se apruebe el nuevo Plan General de Caza 2017-2018, la caza nocturna se flexibilizará aún más y se permitirá utilizar escopeta o hurón de noche en las fincas con la única autorización del propietario del terreno –hasta ahora era necesario tener permiso del coto–. Además, también se podrán romper los cados o madrigueras.

Estas son algunas de las conclusiones de la reunión mantenida ayer por la tarde entre representantes del sindicato agrario UAGA, el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, José Ramón López, y el del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), Jesús Lobera.

"En la reunión, hemos hecho un repaso de actuaciones para valorar su efectividad y nos han dicho que se han aceptado las alegaciones que hemos presentado desde este sindicato al borrador del próximo plan de caza", dijo Pablo Martínez, responsable de los servicios jurídicos de UAGA. Desde el sindicato también han pedido al Inaga celeridad a la hora de resolver las autorizaciones. Martínez quiso agradecer también todas las medidas legales puestas en marcha desde el Gobierno de Aragón para tratar de paliar los daños en los cultivos por la fauna cinegética.

Cientos de hectáreas arrasadas

Los conejos arrasan cada año cientos de hectáreas de campos de cereal y frutales por todo Aragón y son los animales que más afecciones han provocado en los cultivos. Según datos de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, las especies cinegéticas dañaron durante todo el año pasado 10.653 hectáreas en la Comunidad, casi el doble que en 2015 -cuando arrasaron 5.359 ha–. Por provincias, la más afectada por daños provocados por la fauna ha sido Zaragoza.

Un listado con 103 municipios

Épila, Muel, Alfamén, Magallón, La Muela o Pedrola se encuentran en la larga lista de damnificados por la plaga de conejos. Según los datos del Gobierno de Aragón, la cifra de municipios con alta incidencia de conejos se eleva hasta 103. Estos animales se comen el trigo y la cebada cuando empiezan a crecer reduciendo las cosechas. En los frutales, y pese a los protectores de plástico que colocan los agricultores para minimizar los daños, los conejos pelan los troncos y esto puede acabar secando los árboles.

Fuentes del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad recordaron ayer que desde hace un tiempo se ha simplificado todo lo posible las autorizaciones para facilitar la caza al máximo, también se han ampliado los periodos de caza y las técnicas para acabar con los conejos.