Una jornada "de sentimientos encontrados"

El asesinato de Javier Martínez se produjo el viernes solo unas horas después de que se firmara el convenio de colaboración entre el Gobierno de Aragón y la Corporación Alimentaria Guissona para acelerar los trámites de la futura instalación del macrocomplejo industrial que levantará Bon Àrea en Épila.

La alegría inicial por la creación de este proyecto industrial, que generará a largo plazo unos 4.000 puestos de trabajo, quedó colapsada por la trágica noticia, ocurrida por la tarde. El pueblo ha vivido este sábado una jornada “de sentimientos encontrados”. “Estamos contentos por la nueva empresa, pero muy tristes por lo que ha ocurrido”. “Nos levantamos alegres y nos acostamos con mucha rabia”, han reconocido un grupo de amigas, que han asistido a la concentración.

Otro vecino ha recordado que al mediodía de este viernes “estaba brindando con champán” y hubo volteo de campanas por la celebración con la que el Ayuntamiento recibió la noticia de la apuesta de Bon Àrea en el municipio, y “ahora estamos expresando nuestro dolor”. “No hay derecho”, han insistido.