Acaba de cumplir seis meses al frente de los autobuses de la quinta ciudad de España, la de mayor tamaño con un servicio gestionado por una empresa. ¿Qué se ha encontrado?

Lo primero que se percibe es la repercusión que tiene todo, especialmente la que tuvo la huelga.

¿Se ha recuperado el servicio de esos cuatro meses de paros?

Estamos en ello. Una huelga tan larga tiene una gran pérdida que cuesta recuperar.

En diciembre afrontó un amago de paros. ¿Cómo es el clima social actualmente en Auzsa?

La relación con los trabajadores está en fase de reconstrucción porque viene de una situación muy complicada por las reducciones del servicio y la huelga. Es cierto que hay personas en la representación de los trabajadores que, como pasó en diciembre, siguen en la línea de la conflictividad. Es algo que lamentamos.

¿Está cumpliendo con los compromisos con los sindicatos?

Sí. Algunos llevan unos plazos, otros otros… y hay algunos que no dependen totalmente de nosotros, pero estamos cumpliendo.

¿Cómo se puede explicar que desde 2000 haya habido 35 huelgas, incluidas las generales?

El dato habla por sí solo. Es complicado para los clientes, que son los que sufren las consecuencias.

¿Teníamos mejor servicio de autobuses hace 15 años?

Esto es muy subjetivo. Es verdad que puede existir esa percepción. Antes del tranvía, el autobús conectaba toda la ciudad. Ahora el servicio ha disminuido y hay barrios que han sufrido.

La falta de puntualidad de las líneas tampoco habrá ayudado...

Es verdad que aquí tenemos recorrido de mejora. En los últimos años el tráfico ha cambiado por la peatonalización o pacificación de las calles, los carriles bici, la regulación semafórica por el tranvía… Eso provoca que los desplazamientos de los autobuses no sean iguales que hace unos años.

Otra de las grandes demandas es la mejora de las frecuencias. ¿Deben reforzarse?

Son mejorables, pero en Zaragoza el nivel de servicio es correcto.

Pero hay varias reclamaciones, como en los barrios del sur.

Estamos haciendo estudios de demanda para detectar esas necesidades. La ciudad cambia y algunos barrios crecen, hay que adaptar recorridos y frecuencias.

¿Cuándo se harán los cambios?

Este mismo año.

¿Tendrán todos los autobuses plataforma de acceso para personas con movilidad reducida?

Ese es el objetivo. Los nuevos lo incorporan, y estamos adaptando el resto para que a final de año haya el máximo preparados.

¿No serán todos?

Hay que buscar un equilibrio. A los que quedan pocos meses de vida no tiene mucho sentido.

¿Cree que el trazado actual de las líneas es eficaz?

Hay que darle vueltas, porque las necesidades de la ciudad van cambiando. Recibimos quejas de los barrios periféricos porque antes tenían conexión directa y ahora tienen que usar lanzaderas.

¿Por qué se queman los autobuses de Zaragoza?

Partimos de un problema del sector. Por desgracia sufren conatos de incendio aquí, en Madrid, en Estocolmo, en Cuba...

¿En Cuba también? El concejal Cubero cedió varios autobuses a este país y dijo que en el socialismo cubano no arderían...

Allí también (ríe). Es un problema de edad. En Zaragoza se estaban renovando con 14 años o menos, y desde 2013 se empiezan a cambiar a los 16. Eso hace que aumenten averías e incendios.

¿Es excesivo llevar la vida útil de los buses hasta los 16 años?

Creo que sí.

¿Cuál debería ser el tope?

En otras ciudades está en 10, 12… 12 años puede ser una edad razonable.

La semana pasada se incorporaron cuatro autobuses híbridos, y antes de final de año habrá 38 más. ¿Qué beneficios aportan?

Hay una reducción de emisiones de casi el 40%. Además, en zonas céntricas y a bajas velocidades, es mucho más silencioso.

¿Es el primer paso para traer vehículos 100% eléctricos?

Sí, hacia ahí va el sector.

¿Cuándo los veremos?

Ya han circulado en pruebas. Para comprarlos habrá que comprobar que garantizan la prestación del servicio. Será en pocos años.

Una de las batallas de ZEC es el control de las contratas. Cubero dijo que querían "librarse" de Auzsa por ser "muy problemática". ¿Se sienten atacados?

No quiero entrar en esos calificativos. Hemos tenido que escuchar muchas declaraciones de ese tipo, pero lo afrontamos desde la profesionalidad y el cumplimiento del contrato.

¿Es posible remunicipalizar el servicio de autobús?

Está demostrado que la gestión indirecta garantiza servicios de la máxima calidad mucho más competitivos económicamente.

¿Sería más caro, por tanto?

Sería lógico que así fuera, vista la experiencia.

Una sentencia tumbó la adjudicación del concurso que se llevó Auzsa en 2013. ¿Qué pasará si no prospera su recurso?

Se abren muchos escenarios, pero es adelantar cosas. Lo que es seguro es que exigiremos el cumplimiento del contrato.

El TSJA dijo que Tuzsa tuvo una posición de ventaja en ese concurso. ¿Por qué no hubo más aspirantes a un contrato de 800 millones?

Para presentarse a una licitación hay que analizar la viabilidad económica y el interés estratégico. Pese a las restricciones de viabilidad, Tuzsa consideró que nos interesaba estar aquí.

¿Qué le parece el proyecto de línea 2 del tranvía?

No lo conozco en profundidad. Somos operadores de la línea 1 y de los autobuses, y ayudaremos al Ayuntamiento.

¿Pero sería bueno?

No tengo una opinión definida.

¿Cómo afectaría a Auzsa teniendo en cuenta que supondría la eliminación de algunas de las líneas más rentables?

El impacto sería muy grande.

¿Se revisaría el contrato?

Sí, tendría que modificarse y equilibrarse.

¿Habría despidos?

Afectaría a todos los niveles, como ocurrió con la línea 1. Sería algo parecido.

En otras ciudades se están implantando autobuses biarticulados con prioridad semafórica. ¿Es una buena opción?

Es una opción muy válida. Tenemos experiencia en México y en algunas ciudades europeas optan por este sistema, que es más barato que un tranvía. Pero hay que analizar todas las opciones.