Los 50 niños a los que el autobús escolar deja tirados

Unos 50 alumnos que están apuntados al programa bilingüe en el instituto Río Gállego de Zaragoza no tienen autobús para volver a casa dos días a la semana. Son chavales de 1º a 3º de la ESO que viven en pueblos o barrios rurales a más de cuatro kilómetros de distancia: Pastriz, Movera, Montañana, Peñaflor, Villamayor, Monegrillo y Farlete. Los demás días de la semana sí tienen autobús escolar, pero martes y jueves terminan una hora más tarde (a las 15.30) y la DGA les deja sin transporte.

El problema no es nuevo, pero las familias están cansadas y piden respuestas a la Administración. La semana pasada volvieron a reclamar a la Consejería. "No son muchos niños, pero tienen derecho a transporte escolar. Es una etapa de escolarización obligatoria. La inspección educativa lo reconoce, pero no nos hacen caso ni nos dan una solución", se lamenta Chabier Gimeno, vecino de Pastriz y uno de los padres afectados.

"Esta circunstancia obliga a las familias a que se costeen de sus bolsillos el desplazamiento, sin ningún tipo de respaldo público. Es una situación de manifiesta injusticia y discriminación. Se penaliza a las familias que eligen unos estudios que la propia Administración les ofrece y forman parte de su escolarización obligatoria", lamentan desde la Asociación de Padres y Madres del centro. Hay familias que han renunciado al programa bilingüe por el problema con el transporte.Turnos de coche o autobús "de excursión"

Las familias se organizan como pueden para ir a buscar a los hijos al centro martes y jueves a las 15.30 y llevarlos a casa. Los de la ruta de Pastriz y Movera (unos 20 afectados) llevan cinco años organizándose conjuntamente. Los primeros dos cursos montaban turnos entre los padres. El curso pasado y el anterior, contrataron ellos mismos un autobús. Este año han vuelto a los turnos, salvo dos niñas, que cogen un autobús regular de viajeros y llegan a su casa a las 4.30.

"Alquilamos un autobús a través de la APA porque nos parecía la solución más cómoda, pero nos ponían muchos problemas. La DGA no nos dejaba que fuera transporte escolar. Teníamos que firmar un seguro cada día como si fuera una excursión escolar y contratar un monitor", cuentan los padres. Cada familia pagaba unos 20 euros al mes por niño, pero como algunos se dieron de baja decidieron volver este curso a los turnos de coche para que no fuera muy costoso.

"Los turnos tampoco son la mejor solución. Cada tres semanas tengo que salir del trabajo e ir a buscar a mi hija y tres compañeros más para llevarles al pueblo. No todos los padres tienen esta disponibilidad", se lamenta Chabier Gimeno.

Los padres pagaban a la empresa por el alquiler del bus (la misma que presta el servicio de transporte escolar) unos 2.500 euros al año. "Es ridículo que por estas cantidades de dinero tan bajas no se solucione el problema", subrayan los padres.

Lo que sí se ha solucionado este curso es que los alumnos de Movera y Pastriz vuelven a tener autobús escolar propio y no tienen que compartir bus con los viajeros de la línea regular Zaragoza-Pastriz. Hace cuatro años, la DGA aprobó modificaciones y recortes en varias rutas escolares y los alumnos de Pastriz y Movera se quedaron sin ruta escolar. Estos años han compartido autobús con los viajeros de la línea regular. Casi todos los días tenían que ir de pie en el bus durante 8 kilómetros por carretera.