El callejón y la barrera del coso de La Misericordia son los lugares más vistosos y pintureros a la hora de ‘cazar’ rostros famosos durante las fiestas del Pilar. Koke y Gabi, jugadores del Atlético de Madrid; Carmen Martínez-Bordiú y su hijo Luis Alfonso de Borbón, o el expresidente del Real Madrid, Ramón Calderón, han sido algunos de los ilustres visitantes que estos días se han acercado a Zaragoza. Pero además de la plaza de toros, hay otros escenarios muy faranduleros. Por ejemplo, el restaurante Los Cabezudos y, en general, el Tubo, donde Hermógenes Carazo es uno de los anfitriones más solicitados.

El día del pregón, Joan Manuel Serrat tenía previsto acompañar a La Banda del Canal en Los Cabezudos para recibir los Pilares 2016 con mucho ritmo. Finalmente, con buen criterio, decidió descansar unas horas ante la intensa jornada que tenía por delante. Fue un pequeño chasco pero los músicos dieron la bienvenida, como se merecía, a los dos nuevos cabezudos de la fachada del restaurante (el azutero y la cigarrera), esculpidos por el artista Rafael Ochoa.

Pocos sabían que ese mismo día Ana Belén, Víctor Manuel, Miguel Ríos y el Gran Wyoming estarían al salón de plenos del Ayuntamiento de Zaragoza acompañando a Serrat en el momento de asumir su nueva condición de hijo adoptivo de la ciudad. El suyo fue un viaje relámpago: llegada en AVE a media tarde y regreso a última hora de la noche. Casi no salieron del consistorio, donde se hicieron más fotos que los galardonados.

De todos ellos, tan solo se quedó en Zaragoza el Gran Wyoming, que al día siguiente se acercó al Tubo junto al director de cine David Trueba. No pudieron disfrutar del discreto encanto de la bodeguita del restaurante Casa Hermógenes, cerrado por reformas, así que se acomodaron en Vinos Moneva. Como avisaron con tiempo, entre foto y foto degustaron steak tartar y asado de ternasco. La sobremesa se alargó lo suficiente como para que casi perdiesen el AVE de vuelta a Madrid. Es lo que tiene compartir mesa con David, cuyo récord en Hermógenes lo firmó un frío día de enero de hace ya unos cuantos años: se sentó a las dos de la tarde y salió del restaurante a las seis de la mañana del día siguiente.

La hija de Raúl Castro

El domingo, Los Cabezudos recibió unas cuantas visitas ilustres. De la mano del empresario aragonés José Luis Ferruz llegó Mariela Castro Espin, hija del presidente cubano, Raúl Castro. Le acompañaron su marido, el fotógrafo italiano Paolo Titolo, y uno de sus tres hijos.

Ese mismo día, por la noche, después de dos agotadoras funciones, se acercó a picar algo Bertín Osborne... sin Arévalo. La velada no dio mucho de sí. Fue una vista relámpago de la que tan solo quedó para el recuerdo una fotografía con la jefa de cocina de Tragantúa, Carmen ‘Ranchera’.

Más animada estuvo la sobremesa en la que participaron el lunes los actores que han protagonizado ‘Invencible’ en el Teatro Principal: Maribel Verdú, Jorge Bosch, Natalia Verbeke y Jorge Calvo. Se acomodaron en la mesa del fondo de Vinos Moneva, la más discreta, donde disfrutaron del gran surtido de tapas de la casa en compañía de su buen amigo Luis Alegre.

Pero las fiestas no han terminado. Todavía queda la traca final del fin de semana donde por el Tubo se espera que, esta vez sí, se acerquen Miguel Ríos, Ana Belén, Víctor Manuel, Serrat... tras la actuación de esta noche en el Príncipe Felipe. Y quizá Concha Velasco... Lo dicho, un cartel de lujo.