El Ayuntamiento de Pina de Ebro ha querido reconocer el impulso al medio rural que realizan las familias que apuestan por quedarse en el pueblo y empadronar a sus hijos en él con la entrega de "pañuelicos" a los pequeños nacidos en 2015 y 2016.

Con este gesto, que es la primera vez que se lleva a cabo, la alcaldesa, Marisa Fanlo, ha destacado el reconocimiento de estas familias por salvar el medio rural, que lo único que necesita, ha aseverado, es "que haya gente que viva en los pueblos".

En la población, de unos 2.500 habitantes, hay empadronados 10 bebés nacidos en 2015 mientras que en el presente año ya hay 22 hasta mediados de agosto.

Por ello, el Ayuntamiento se ha comprometido a seguir invirtiendo en mejorar servicios que ayuden a las familias a conciliar la vida laboral con la personal, como la escuela municipal infantil, la ludoteca o los servicios de conciliación en épocas vacacionales.

Durante la entrega de los "pañuelicos", un acto enmarcado en el programa festivo de la localidad, Fanlo incidió en que el empadronamiento de los pequeños en Pina supone, por ejemplo, que quizá en el futuro el pueblo pueda tener un pediatra o que incluso subvenciones para alumbrado público o abastecimiento de agua puedan llegar en mayor o menor cantidad dependiendo del número de personas empadronadas.