Antes de organizar las vacaciones es necesario plantearse qué hacer con la mascota a la hora de realizar cualquier desplazamiento. Dejarla en una residencia canina o pedir a amigos o familiares que se hagan cargo de ellas son algunas de las alternativas más frecuentes, pero por desgracia entre esas opciones también se encuentra el abandono. La fundación Affinity ha presentado en su último informe la cifra de animales que fueron recogidos en España durante el 2015, que asciende a más de 137.000 animales.

Para concienciar sobre este asunto, el Ayuntamiento de Zaragoza inició la campaña ‘No me abandones’ el pasado mes de junio con el objetivo de informar sobre la necesidad de cuidar a los animales domésticos y evitar el abandono masivo. "Los animales son seres vivos, que sienten y padecen, a los que hay que cuidar y alimentar. No son peluches", afirma la presidenta de la Oficina Municipal de Protección Animal, Manuela García Villamayor.

A pesar de que la tasa de abandono se mantiene estable durante todos los meses del año, la responsable de la Oficina de Protección Animal señala tres fechas clave en las que la cifra aumenta. La primera de ellas a finales de enero, después de las campañas de navidad. La segunda a principios de marzo, cuando finaliza la temporada de caza. La tercera se produce en verano, a lo largo de los meses de julio y agosto, cuando el porcentaje se incrementa "hasta un 10%", según Villamayor. La presidenta afirma que la media actual de abandono en Zaragoza se sitúa en "dos perros diarios" e incide en que "abandonar es casi gratis".

Los motivos suelen ser variados, pero los más comunes son el mal comportamiento, las camadas indeseadas y los factores económicos. Perreras como la de Peñaflor o la de la organización Zarpa destinan su labor a, entre otras actividades, recoger los animales abandonados que se encuentran en la calle. Durante el año 2.015, el centro de protección de Peñaflor rescató 1045 animales de la calle, de los cuales 780 eran perros y 243 eran gatos. Por su parte, Zarpa ha llegado a recoger casi un centenar de mascotas en lo que va de año, según detalla Beatriz Sastrón, colaboradora de la asociación , quien destaca que los animales "se recuperan mejor en casas de acogida". Zarpa, además de recoger a los animales abandonados en la calle, se ocupa de cuidarlos, curar las posibles heridas e incluso tratar algunos traumas –como el miedo– con el objetivo final de darlos en adopción. "Es complicado que salgan, pero aun así, un porcentaje muy alto son adoptados. Yo lo hice nada más entrar", confiesa Sastrón que hace hincapié en que "es más difícil que la gente adopte perros mayores, los cachorros son más fáciles".

La colaboradora de Zarpa afirma que cada vez hay más alternativas de cara a las vacaciones "como hoteles específicos para animales o guarderías caninas. Hay muchos sitios web que te dicen lo que puedes hacer" mientras que Villamayor aboga por las casas de acogida, y demanda colaboración ciudadana y más voluntarios. "Es muy importante que todos los animales sean sociabilizados para que puedan salir en adopción. En la mayoría de ocasiones entran con muchos miedos y traumas a los humanos", insiste la presidenta de la Oficina de Protección Animal.

Tanto Beatriz Sastrón como Manuela García Villamayor señalan la importancia de la esterilización como una de las principales soluciones al problema del abandono. Todos los animales que salen de la perrera de Peñaflor están esterilizados, con el fin de evitar camadas indeseadas en el futuro. Además también apuntan la importancia de realizar una adopción responsable. Desde Zarpa se realiza un proceso previo antes de entregarlo en adopción –como entrevistas o seguimientos– para asegurarse de que "tanto el animal como la persona se encuentran a gusto", aclara Sastrón. Por su parte, la presidenta de la oficina municipal pide que quien adopte "lo haga con responsabilidad" e impedir así que el animal vuelva a ser abandonado.