¿Cómo se reinventa un colegio casi sin demanda?

El colegio San Gabriel ha pasado de no tener casi alumnos a que los padres pidan la apertura de más vías.

Un aula del colegio San Gabriel de Zuera.
Un aula del colegio San Gabriel de Zuera.
Aránzazu Navarro

Hace seis años, el colegio San Gabriel de Zuera no conseguía levantar cabeza: el abandono escolar superaba el 30% en Secundaria, no conseguía atraer alumnos a ninguna etapa educativa, el profesorado tampoco pasaba por su mejor momento... Sin embargo, ahora la situación se ha invertido. El centro educativo ha pasado de tener un centenar de alumnos a superar los 350, también se ha reducido la tasa de abandono a más de la mitad y los profesores van encantados a clase. Pero, ¿cómo se consigue este cambio?


“Las pasionistas (de la Congregación de la Pasión), que dirigen el centro educativo, se dieron cuenta de que había que realizar algún cambio si no querían que San Gabriel desapareciera. Por ello, se pusieron en contacto con el grupo MT, con el que ahora gestionan el centro”, explican desde el colegio concertado. De este modo, comenzaron a indagar sobre los diferentes modelos educativos y pedagógicos hasta que encontraron el modelo 'flipped'. “Sabíamos que solo el bilingüismo no era una opción, ya que en pocos años todos los centros de Aragón tendrían programas similares, por lo que apostamos por la innovación”, especifican.


Hace unos tres años, se convirtieron en el primer 'Flipped School' de España. ¿Pero qué significa eso? Con este modelo, el funcionamiento de la educación “da la vuelta”: las clases magistrales son en casa a través de vídeos, mientras que los deberes y las prácticas se realizan en clase, con la ayuda de los profesores. “Por ejemplo, en una clase de química, primero los alumnos ven en sus casas unos vídeos sobre cómo tienen que utilizar el laboratorio y, al día siguiente, acuden con el profesor”, sostienen.


De este modo, los profesores, a través de una aplicación, conocen si han visto todo el vídeo o no y las dudas que les han surgido, ya que una vez finalizado el tutorial añaden preguntas que el alumno debe responder. En clase se les explica las dudas más importantes y se centran en la parte práctica. La evaluación también es diferente. Además de algunos exámenes típicos, utilizan juegos de gamificación para evaluarlos y los propios alumnos se “ponen nota”. “Así aprenden a ser críticos consigo mismos”, recacalcan.


Otra de las diferencias es que los profesores no tienen mesa, las sillas son con ruedas y estar en el aula no es obligatorio. El centro trabaja con proyectos, que se adaptan tanto a niños con asperger como a altas capacidades. “Es totalmente inclusivo, ya que el profesor puede recomendar vídeos de acuerdo a las necesidades de cada uno y adecuar los proyectos”, explican. Por ejemplo, este año han trabajado el Quijote. “Han realizado problemas de matemáticas hablando de maravedíes para comprar haciendas y han creado folletos publicitarios de varios lugares de Aragón”, sostienen. Todos estos trabajos los pueden realizar tanto en el aula como en otros espacios habilitados del colegio como el jardín.


Desde el centro también aseguran que otro de los alicientes con los que cuenta en la actualidad es que ofertan todos los cursos de Infantil y van añadiendo Formación Profesional. “Desde el año pasado tenemos FP básica y media de la rama de medioambiente”, subrayan. El colegio es concertado en Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional, pero el Bachillerato es privado.

Los padres piden una vía más

Alrededor de una veintena de padres se han reunido para buscar soluciones ante la falta de plazas en el colegio San Gabriel. “De momento, hemos decidido presentar reclamaciones de manera individual a la consejería de Educación en las que les pediremos que reconsideren la posibilidad de abrir una vía más tanto en Primaria como en Infantil”, explica Rafael Córdoba, uno de los padres afectados. En su caso, su hijo sí que ha conseguido plaza en 3º de Primaria, pero su hija no ha logrado entrar en 1º.


Córdoba ya ha presentado este escrito puesto que considera que debería poder tener matriculados a sus dos hijos en el mismo centro. “Antes los llevábamos a otro de la zona, pero este año nos hemos estado informando sobre el programa de bilingüismo y la pedagogía que utilizan en el colegio San Gabriel y hemos decidido cambiarlos”, sostiene. Como él, muchos otros padres han tomado esa decisión. Según especifican desde el propio centro casi 40 niños se han quedado sin plaza entre Infantil y Primaria. “Además, tenemos constancia de otros padres que querían matricularlos, pero ante el temor de no tener plaza, han decidido no presentar la solicitud”, aseguran.


De momento, el departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón no valora la posibilidad de abrir esa nueva vía. “Se ha llevado a cabo la comisión de garantías de Zuera y en ningún momento se habló de esta opción”, especifican. La razón es que en los colegios de la zona (tanto públicos como concertados) todavía quedan vacantes para poder acoger a aquellos que se han quedado sin plaza en el de San Gabriel.

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