En Alagón hay menos de una decena de peñas registradas durante todo el año como asociaciones culturales. En fiestas, sin embargo, proliferan los grupos peñistas que se reúnen en locales para comer y beber, tal y como ocurre en la mayoría de los pueblos aragoneses. Con el fin de evitar nuevos problemas de convivencia ciudadana, el Ayuntamiento de Alagón quiere regular las condiciones y los usos de los locales que dan cobijo a los grupos de peñistas de la localidad y para hacerlo ha impulsado un proceso de participación ciudadana.  

El proceso culmina este miércoles con un último taller que agrupa a peñistas, vecinos afectados y propietarios de locales. Durante el último mes estos tres colectivos han asistido por separado a distintos talleres donde han podido valorar el borrador de la ordenanza reguladora que prepara el consistorio, hacer aportaciones y proponer modificaciones.

Temores peñistas

El borrador expuesto por el Ayuntamiento propone obligar a todas las peñas, tanto temporales (solo activas durante las fiestas patronales) como permanentes, a contar con un mínimo de extintores por metro cuadrado y a suscribir una póliza de seguro de incendios y de responsabilidad civil para poder obtener la licencia de uso del local como peña. Además, exige que los locales cumplan unas condiciones de solidez de las estructuras, de funcionamiento de las instalaciones, de seguridad y de higiene.

Según técnicos del ayuntamiento presentes en los talleres, este punto es el que ha causado más preocupación entre los peñistas. Según lo expuesto, temen que los más jóvenes no puedan afrontar los gastos económicos que implican esos requisitos ni tampoco permitirse acceder a locales en mejores condiciones, lo que podría provocar, dicen, una reducción del número de peñas.

Alcohol y ruido

El borrador de la ordenanza pretende regular, también, el consumo y la tenencia de alcohol dentro de estos locales. Si la propuesta sale adelante, los peñistas deberán permitir las inspecciones policiales y se considerarán infracciones 'muy graves', con multas de entre 1.500 y 3.000 euros, la mera tenencia de bebidas alcohólicas y tabaco en peñas cuyos integrantes sean todos menores de edad, así como el ofrecimiento de estos productos a menores en el resto de locales.

Tal y como se ha reflejado en los talleres celebrados hasta la fecha, el punto sobre la limitación del ruido y la utilización de la vía pública es el que más satisfacción produce entre los vecinos con viviendas cercanas a peñas permanentes. Algunos de estos vecinos han expresado durante este mes su malestar por el jaleo que se organiza dentro y en los alrededores de estos locales fuera del periodo de las fiestas patronales y ven en la futura ordenanza un paso a su favor.

La semana pasada peñistas, propietarios y vecinos se reunieron por primera vez para poner en común las aportaciones hechas por cada colectivo y valorar el grado de acuerdo respecto a cada una de ellas. Este miércoles se reunieron todos por última vez. Ahora, la empresa encargada de organizar estos talleres a petición de la Dirección General de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón redactará unas conclusiones en torno a 25 puntos conflictivos y las pondrá sobre la mesa de los técnicos municipales para que el consistorio decida qué aportaciones incluir en la redacción definitiva de la ordenanza reguladora de peñas.

A finales de mayo se celebrará una 'sesión de retorno' en la que los representantes municipales informarán a los vecinos de las modificaciones incorporadas finalmente al borrador.