"Estos bandidos vinieron por detrás y nos golpearon hasta la muerte"

Antonio Manuel Cabrita recibió golpes con una barra de hierro en la cabeza, el cuello, la espalda y el costado.

Antonio Manuel Cabrita
Antonio Manuel Cabrita
Santonja

La buena suerte que Antonio Manuel Cabrita había tenido en las máquinas del salón de juegos Latino de Plaza cambió en el segundo que se cruzó en su camino Noé Arteaga. Ayer lo volvió a reconocer en la sala de vistas de la Audiencia de Zaragoza como la persona que en la madrugada del 11 de abril de 2014, en la pasarela de Plaza, le dio tal paliza para quitarle el dinero. "Este fue quien me atacó. Estos bandidos –en referencia a los dos acusados– salieron por la espalda, por detrás, y nos golpearon hasta la muerte", dijo.


Antonio Manuel Cabrita recibió golpes con una barra de hierro en la cabeza, el cuello, la espalda y el costado. Pasó doce

días en la uci y tardó 192 en curar. Le han quedado secuelas muy importantes y, de hecho, quedó totalmente incapacitado para trabajar. Tiene visión borrosa, su andar es totalmente inestable, pierde el equilibrio, sufre fuertes dolores de cabeza y de espalda y tiene hormigueos en las manos.


Además de con barras de hierro, sintió que le acuchillaban en la cabeza, en el costado y en el brazo. "No vi el cuchillo, pero tengo las heridas", aseguró. En su primera declaración, llegó a hablar de cuatro asaltantes, cuando Arteaga siempre ha dicho que fueron él y Alberto Rus y ayer lo explicó: "Como me quedé sin visión porque me abrieron la cabeza y me hirieron en un ojo, puede que me fallara la vista. Me dejaron tan mal que me quedé como una cobaya hospitalaria". También negó que fuera bebido. "Estaba contento, pero no borracho", declaró.


Su compañero, José Manuel Martins, no pudo superar las graves lesiones que le causaron los asaltantes y falleció tras permanecer tres días inconsciente en el hospital.

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