Las facturas en los cajones suben hasta los 50 millones frente a los 15 autorizados

Los problemas le crecen al gobierno de Zaragoza en Común en plena Navidad. A menos de veinte días de terminar el año, se acumulan 50,1 millones en la cuenta 413 de obligaciones pendientes de aplicación presupuestaria o popularmente conocidas como facturas en los cajones, un dolor de cabeza constante para los encargados de la Tesorería municipal. De hecho, esta cifra debería reducirse antes del 31 de diciembre a 15 millones, según el plan de ajuste que sigue el Ayuntamiento, y fiscalizado por el Ministerio de Hacienda. En buena parte, esta cuantía se debe a pagos pendientes por infradotaciones de servicios básicos como la luz, el agua o el bus con recibos hasta de 2014, reconocieron ayer fuentes municipales.

El área que dirige Fernando Rivarés se ha visto obligada a realizar movimientos para tratar de reducir el agujero económico existente –de momento ha logrado 11 millones para impagos– y buena parte del cual se traduce ahora a esta cuenta, según las mismas fuentes. El compromiso de su área es terminar el año tratando de aproximarse a las condiciones del mencionado plan (15 millones); no obstante, para que esta cuenta cuadre habría que proceder a consignar presupuestariamente (y luego pagar) unos 35 millones en dos semanas y fuentes del área de Economía admiten que será prácticamente imposible cumplir. Así, en muchos casos estas facturas tendrían que consignarse en 2016, incumpliendo el plan.

Las facturas se han agolpado en la mencionada cuenta 413 de forma exponencial conforme han pasado los primeros días de diciembre, que ha coincidido con el cierre contable. Si a día 4 la cifra era de 39,7, en apenas seis días, el 10 de este mes, había pasado a 48 y el día siguiente (último del que se tenían datos ayer) era de 50,1.

Estos 50 millones de euros de obligaciones pendientes de consignación corresponden a una cuenta, la 413, que llegó a dispararse hasta los 128 millones en 2011, si bien antes de la crisis apenas superaba los cinco millones y el año pasado se cerró en 20,8. Se trata de gastos realizados contra partidas inexistentes o dotadas de forma insuficiente y pueden deberse tanto a deudas con grandes empresas como con pequeños proveedores. Desde el área de Economía, no obstante, quisieron quitar hierro a la acumulación de facturas en esta cuenta, recordaron que "existe un registro contable" de las mismas –a pesar de carecer aún de consignación presupuestaria–, lo achacaron a los ritmos de tesorería y afirmaron que "la verdadera muestra de si hay facturas en los cajones o no será cuando termine el año".Más deudas

La magnitud de estas obligaciones pendientes obligó al Ayuntamiento hace varios años a acogerse a un plan de pago a proveedores, que asimismo incluía regular los periodos medios de pago. Esto propició que el Ministerio de Hacienda aprobase una inyección económica de 170 millones en 2012, a través de créditos ICO, con la consiguiente fiscalización de las cuentas.

Al margen de estos 50 millones de obligaciones pendientes de presupuestar dentro de la cuenta 413, existe otra, la 411, que se ciñe a aquellos gastos impagados pero no vencidos. Puede ser porque se encuentren judicializadas, como ocurre con las deudas que mantiene el Ayuntamiento con Tuzsa (de 2012 y 2013) y que suman otros 25,6 millones.Críticas del PP

El portavoz de Economía del PP en el Ayuntamiento, Jorge Azcón, señaló tras conocer la cifra de 50 millones que "esto es el resultado de la gestión de Podemos con PSOE y CHA. Así ?ha gobernado ZEC durante sus primeros seis meses, las cifras hablan por sí solas y son de récord a estas alturas del año". En el PP manifestaron sus serias dudas de que exista capacidad de aproximarse al límite del plan de ajuste, algo que, a juicio de Azcón, "debería explicar Rivarés".

Ayer, el concejal de Economía, que reconoció el "colapso" de la situación financiera del Consistorio, anunció que su equipo ha logrado recabar desde junio 11 millones para acometer impagos mediante una "gestión clara y ordenada": 4,6 provienen de una modificación de crédito aprobada hace mes y medio y el resto, dijo, de "ahorros en aportaciones a bancos, de ordenar préstamos pendientes y de conseguir devolver 12 millones al Gobierno central a lo largo de 10 años".

Rivarés explicó que estos 11 millones se emplearán en "tapar agujeros" (en buena parte facturas de la cuenta 413, según Economía) y desde el Ayuntamiento recuerdan la existencia de deudas con Auzsa (2,2 millones), facturas de agua (otros 2,2) o de limpieza (1,1 millones).

Rivarés, eso sí, precisó que los 11 millones no son suficientes. Para el próximo ejercicio, añadió, "habrá que pagar 18 millones a ZAV, dedicar 11 millones a subidas salariales y extras, 6 millones para el fondo de contingencia debido al Fondo Impulso para pagar sentencias firmes, otros 12 millones fruto de una negociación de Gimeno tras dos años de carencia y además ninguna partida de las contratas importantes estará infradotada", dijo. Ante esta situación, Rivarés siguió insistiendo ayer en que es necesario obtener nuevos ingresos "cómo y de dónde sea", sobre todo si las ordenanzas se aprueban de forma definitiva tal y como están.