LA CRISIS, EN ARAGÓN

"Si no vendo en dos semanas, el banco se me echará encima"

Quince días. El tiempo apremia a Said Jabaly, un emigrante africano de 43 años que lleva 11 instalado en Zaragoza y que ha sufrido, en primera persona, los efectos de la crisis económica. Hace poco más de un año se quedó sin trabajo ni sueldo fijo, y con una familia a cargo -tiene mujer y dos hijos-, pronto llegaron los problemas.


Adjudicatario de una VPO en Valdespartera, nunca pensó que no llegase a poder pagar los 670 euros mensuales de hipoteca. Pero sin trabajo, la cuota se le fue haciendo cada vez más cuesta arriba. Al crédito hipotecario, se le sumaron además otras deudas por tarjetas de crédito y su situación se acabó haciendo del todo insostenible.


Tanto que si no vende en quince días el piso protegido, el banco se lo embargará y su proyecto de vida acabará yéndose al traste. De hecho, como muchos otros compatriotas, ya se está planteando volver a su país si la situación no mejora. "He trabajado desde el primer día que llegué a Zaragoza, de montador, pintor, soldador...", relata Said en el salón de su actual piso. Sin embargo, relata que, tras más de un año sin trabajar, su situación es "muy preocupante".


Encontrar un comprador es su única esperanza para poder rehacer su situación económica y poder salir adelante. Él, al menos, tiene una salida. A diferencia de la vivienda libre, la protegida se ha encarecido en los últimos años. De esta forma, si consigue un comprador, podrá saldar la deuda hipotecaria que tiene contraída con la entidad financiera e incluso olvidarse de sus otras deudas. "Solo pido lo necesario para quedar bien con el banco y que quede un poquito para alquilar un piso en el que mis hijos puedan vivir", explica Said.


Según sus cálculos y los que le han realizado en AICAR-ADICAE, adonde ha acudido desesperado para solicitar asesoramiento, le queda por pagar unos 80.000 euros y al precio actual de los pisos protegidos podría obtener por su vivienda unos 105.000 euros. Eso sí, tiene que dar con un comprador y rápido. Por eso hace un llamamiento a quien pudiera estar interesado. Como reconoce: "Si no vendo en 15 días tendré problemas serios, el banco se me echará encima".


Su piso está ubicado en la calle de Los Pájaros. Tiene 80 metros cuadrados, en los que se distribuyen tres habitaciones, salón, cocina, baño y terraza, ya que se encuentra en el bajo del edificio, además de un trastero de 12 metros cuadrados y una piscina comunitaria. Como condición, los interesados tienen que estar apuntados en el registro de solicitantes de VPO, el Toc-Toc, y cumplir lógicamente los requisitos para ser beneficiario de un piso protegido.