Los 5.000 habitantes de la comarca castellonense de Els Ports, limítrofe con el Matarraña turolense, dispondrán desde este lunes de dos canales menos en sus televisores. Hoy expira el plazo marcado hace una semana por la Generalitat Valenciana para que el Ayuntamiento de Morella cerrase un repetidor de televisión ubicado en una propiedad municipal. Gracias a esta instalación, aquella zona del norte de Castellón recibe, desde 1983, la señal de la cadena autonómica catalana TV3 y, desde hace unos meses, la de Aragón TV.

"Morella está situada en el centro de la antigua Corona de Aragón, por lo que tiene unas relaciones privilegiadas con Aragón y Cataluña", explicaba ayer su alcalde, Joaquín Puig. Para el edil morellano, "es demencial que podamos ver la televisión árabe Al Jazeera y no la aragonesa. Canal 9 se recibe en pueblos aragoneses y no pasa nada".

En caso de desoír el requerimiento del Gobierno valenciano, el Ayuntamiento de Morella podría recibir una multa de hasta un millón de euros, un tercio de su presupuesto. "Vamos a cerrar el repetidor, pero no dejaremos de buscar alternativas para seguir viendo Aragón TV. Aquí gusta mucho la jota y la manera de ser aragonesa", argumentó Puig.

Entendimiento y reciprocidad

Una de esas alternativas podría pasar por el 'rebose', nombre técnico que recibe la introducción en un territorio de una señal emitida desde un repetidor instalado en otro cercano. Sin embargo, el presidente de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, Ramón Tejedor, entiende que ese tipo de acciones deben ser consensuadas con las autoridades valencianas: "El rebose ha de ubicarse en un clima de entendimiento y reciprocidad. Estamos a punto de firmar reboses autorizados con Cataluña y Navarra. También se lo ofrecimos a los responsables valencianos, pero no han mostrado mayor interés". Tejedor lamenta "que los ciudadanos de una comarca vinculada económica y culturalmente con el Maestrazgo pierdan nuestra señal". No es el único. El Centre d'Estudis dels Ports ha convocado para hoy una concentración ante la casa consistorial morellana bajo el lema 'Queremos ver la tele'. La protesta ha llegado incluso a Facebook, donde durante el fin de semana 1.500 personas -el equivalente a toda la población de Morella- se han adherido a la iniciativa.

En un comunicado, los responsables de la entidad cultural han manifestado su "más enérgica condena, repulsa y asco por la orden de la Generalitat", al tiempo que deslizaban, de confirmarse el cierre, un órdago contra el Ejecutivo de Francisco Camps: "Solicitaremos a los ayuntamientos de la comarca que tramiten ante las Cortes la anexión a Cataluña o Aragón".

"Esa petición no está en nuestra agenda", aclara el alcalde. "Somos valencianos pero nos sentimos cercanos a Aragón y Cataluña y no estamos dispuestos a cortar nuestros lazos naturales, permanentes y fraternales con las comarcas vecinas", proclama, no sin antes tildar de "talibán" la actitud del gobierno valenciano, con cuyos miembros fue imposible contactar ayer. El pasado viernes, la consejera portavoz, Paula Sánchez de León, deploró que el edil socialista "se haya colocado de parte de la ilegalidad".