PRIMER GRAN INCENDIO DEL VERANO EN ARAGÓN

Una quema de rastrojos pudo originar el fuego que acabó con mil hectáreas en Fayón

El 50% de las hectáreas arrasadas por las llamas eran zona forestal
Una quema de rastrojos pudo originar el fuego que acabó con mil hectáreas en Fayón
JUAN CARLOS ARCOS

La quema de rastrojos en un campo de cultivo pudo ser la causa del incendio que comenzó el pasado sábado y que ha arrasado ya mil hectáreas de pino carrasco, monte bajo y campos de cultivo de Fayón. Los equipos de emergencias trabajaban ayer en un perímetro de 1.180 hectáreas (de las que una pequeña parte pertenecen al término de Mequinenza). El incendio está estabilizado, aunque técnicamente todavía no podía darse por controlado al cierre de esta edición, algo que está previsto que ocurra hoy. La ausencia de viento de ayer facilitó las tareas de extinción, en las que trabajaron unas 200 personas.


Aunque los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) siguen investigando las causas del suceso, que comenzó sobre las 13.00 del sábado en el término municipal de Mequinenza, el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Alberto Contreras, explicó ayer que el punto donde empezó el fuego "está claro". "Parece que pudo ser por una quema agrícola para limpiar un campo de cultivo", concretó.


De hecho, se descartan otras posibilidades como una chispa de alguna máquina agrícola (en la zona no había cosechadoras trabajando) o un rayo (porque recientemente no se han registrado tormentas en la zona).


Las labores de ayer se centraron en mojar con medios aéreos y terrestres todo el perímetro para evitar rebrotes. No obstante, seguía habiendo numerosos focos, "aunque ningún flanco abierto", según concretó el teniente coronel jefe del IV Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de Zaragoza, Ángel Santamaría Sánchez. "La situación es mucho mejor que ayer. Aunque se reproducen focos, estos son dispersos y se espera una evolución favorable esta noche", añadió.


Un 50% de masa forestal


Por su parte, el director de extinción del incendio, José Luis Alarcón, informó de que el fuego "estaba más controlado" que el primer día, aunque se mostró cauto. "Hay algunos focos con llamas en la parte Este", añadió. También explicó que la práctica ausencia de viento había facilitado las tareas. Aunque en su contra jugaban las altas temperaturas registradas al mediodía de ayer en la zona. Alarcón concretó que, de las cerca de mil hectáreas afectadas, en torno al 50% del terreno era zona forestal. Además, aseguró que los medios utilizados eran suficientes para dar por controlado el incendio.


A 6 kilómetros del pueblo


El sábado, las llamas se quedaron a unos 6 kilómetros en línea recta del casco urbano de Fayón, por lo que no fue necesario desalojar a los vecinos. No obstante, estos siguieron con nerviosismo la evolución del fuego. Incluso algunos agricultores ayudaron transportando agua con sus cubas, siempre siguiendo las órdenes de los equipos de extinción.


"Había mucha preocupación porque a muchos vecinos se les han quemado las fincas", explicó el alcalde de Fayón, José Arbonés. No obstante, desde el Ayuntamiento, mediante bandos municipales, se intentó tranquilizar en todo momento a los vecinos. Ayer por la mañana, se emitió otro anuncio municipal para informar a los vecinos de que no utilizaran los caminos agrícolas, ya que dificultaría el paso de los vehículos que trabajaban en la extinción del incendio.


El sábado por la tarde, durante varias horas, la carretera CV-103, que conecta la localidad de Fayón con Mequinenza, permaneció cortada al tráfico. Ayer, ya se podía circular por esta vía, fundamental para la conexión con Zaragoza y Fraga.


Según fuentes del Gobierno de Aragón, el fuego fue clasificado dentro del nivel 2 por las autoridades autonómicas, algo que sirvió para reforzar el despliegue operativo en la zona. Según apuntó Alberto Contreras, un incendio de más de 500 hectáreas "ya es considerado importante" en la comunidad.


De hecho, con las mil hectáreas arrasadas, el incendio de Fayón se ha convertido ya en el más importante del verano en Aragón. En agosto del año pasado, un accidente de tráfico provocó un incendio en los pinares de Castejón de Valdejasa y Zuera. En esa ocasión, las llamas arrasaron 2.500 hectáreas.