Una docena de los mayores municipios aumentarán su número de concejales en 2011

El crecimiento demográfico en Aragón permitirá a más de una decena de municipios de más de 1.000 habitantes aumentar su número de concejales en las próximas elecciones, a tenor de la evolución que reflejan. Aun así, los datos no serán oficiales hasta que, a finales de este año, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dé a conocer el censo a 1 de enero de 2010, la cifra de referencia para los comicios.

Donde se producirán más cambios será en el entorno de Zaragoza capital, donde la explosión urbanística se ha constatado con mayor fuerza en Aragón. Así, al menos cinco localidades del anillo aumentarán con toda seguridad sus ediles. Cuarte, La Puebla y La Muela pasarán de 11 a 13 representantes, al haber superado la frontera de los 5.000 vecinos. Más complicado lo tiene María de Huerva, que tiene oficialmente, a 1 de enero del pasado año, 4.444 habitantes. Mientras, El Burgo y Alfajarín lo harán de 9 a 11, tras superar los 2.000 munícipes.

También en la provincia de Zaragoza, la tendencia marca que Caspe superará este año los 10.000 vecinos, por lo que pasará de 17 a 21 ediles. Y más probable aún es que Borja se mantenga por encima de los 5.000 habitantes, con lo que tendrá 13 concejales.

En el Alto Aragón, el crecimiento demográfico de los últimos años permitirá a Huesca, Sabiñánigo, Aínsa y Boltaña aumentar el número de concejales en 2011. En la capital oscense, el padrón ha superado oficiosamente los 53.000 habitantes, con lo que está más que consolidado el límite legal para elegir a 4 ediles más (de 21 a 25).

En las elecciones de 2007, el INE dejó a Huesca a las puertas de ese incremento ya que tomó como referencia las cifras de población de 1 de enero de 2006, cuando la ciudad tenía 49.312 residentes. Y eso que el consistorio ya se había preparado trasladando el salón de plenos a un espacio más amplio del colegio Santiago.

También reformarán el salón en el Ayuntamiento de Sabiñánigo ya que, al haber superado por fin la barrera de los 10.000 habitantes, tendrá que dar cabida a 4 nuevos ediles (ahora hay 13). El alcalde, Jesús Lasierra, valora positivamente el crecimiento demográfico de la ciudad, que en los últimos 5 años asciende a un 12% pese a que la crisis ha golpeado a algunas industrias locales y a la construcción. A su juicio, la causa de este aumento de población reside en que "muchas personas que subían a trabajar aquí y que antes no se empadronaban, ahora sí que lo hacen porque saben que aquí hay riqueza y calidad de vida".

En la comarca de Sobrarbe también habrá cambios ya que tanto Aínsa como Boltaña ganarán 2 ediles al superar los 2.000 y los 1.000 habitantes, respectivamente. Destaca Aínsa, que ha aumentado un 15% su población en el último lustro. Su alcalde, José Miguel Chéliz, subraya que este dato es una prueba "del potencial de crecimiento de Aínsa y de Sobrarbe, que sigue estando en el furgón de cola demográfico de Aragón y no tiene sentido porque hay mucho dinamismo". La mayoría de los nuevos habitantes son inmigrantes y parejas jóvenes "que han traído muchos nacimientos".

Además de estos tres municipios, hay otras 8 localidades de menor tamaño que podrían variar la composición de sus corporaciones si se mantiene su tendencia demográfica. Los que ganarían 2 ediles por rebasar los 250 habitantes serían Banastás, Bierge, Castiello de Jaca y Monflorite. Por contra, pasarían de 7 a 5 concejales al bajar de los 250 vecinos Albalatillo, Campo, Peralta de Calasanz y Pozán de Vero.

Teruel, el fenómeno contrario.

Al contrario que en las otras dos provincias, no solo ningún municipio de más de 1.000 habitantes verá aumentado su número de concejales en Teruel, sino que se darán dos casos en que la cifra disminuirá con mucha probabilidad. Se trata de Escucha, que en 2006 tenía 1.104 habitantes y el año pasado 1.003, por lo que lo normal es que pase a tener siete ediles en las próximas elecciones, y Samper de Calanda, que en el mismo periodo ha pasado de 1.007 a 928 munícipes.