Un gran centro distribuidor chino, en Plaza

Una 'Chinatown' en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza). Esta es la propuesta que debatirá hoy la sociedad pública de Plaza, que tiene encima de la mesa una oferta para la adquisición de más de medio centenar de naves industriales, vacías desde su construcción en 2008, para convertirlas en uno de los principales centros de venta al por mayor de productos chinos de España.

La operación está muy avanzada con un empresario asiático afincado en Madrid, que pretende convertir Zaragoza en un centro de distribución para todo el valle del Ebro. Las 52 naves incluidas suman más de 20.000 metros cuadrados y están situadas junto al centro comercial Plaza Imperial y Autoplaza. Iniciativas similares han proliferado en los grandes polos económicos del país.

Fuentes de la comunidad china de Zaragoza reconocieron ayer a este diario que los contactos se iniciaron antes del verano, algo que ratificaron desde el Gobierno de Aragón, y que podría cerrarse en cuestión de días.

La venta podría reportar unos ingresos de entre 15 y 20 millones de euros, lo que ayudará a reducir la carga financiera de Plaza. A principios de año aprobó endeudarse en más de cien millones de euros, la mitad para refinanciar los 50 millones que ya se debían y el resto, para afrontar nuevos proyectos.

La idea de crear un centro de negocios de productos de importación de China supone dar salida a un conjunto de 52 naves industriales que estaban ya vendidas a una empresa filial de Autoplaza-Autoplaza Centro Industrial- y cuya comercialización estaba prevista lanzar en 2008. Sin embargo, esta firma rescindió el contrato y Plaza se vio obligada a darle una salida en el peor momento económico que ha vivido el país.

La pretensión inicial era complementar la zona comercial colindante, para lo que sondeó convertir el conjunto de naves en un área especializada en negocios de decoración o de tiendas 'outlet'. Este tipo de iniciativas han proliferado en el extrarradio de Madrid y Barcelona y en la Costa del Sol, pero no llegó a cuajar en Zaragoza, por lo que se optó finalmente por otro nicho de mercado, el de los negocios chinos de importación.

De hecho, en los dos años transcurridos desde su construcción solo se han llegado a ocupar tres de las naves y hay una cuarta vendida, por lo que la imagen que transmite es desoladora pese a situarse junto a la entrada principal de la plataforma logística, con el hotel Plaza Feria y una gasolinera como vecinos de parcela (denominada oficialmente como AS2). Un gigantesco cartel ofrece las naves, de entre 300 y 600 metros cuadrados de superficie.

La última nave, recientemente adquirida por Ibérica de Sales, se abrió en agosto para vender sal para alimentación, descalificación y deshielo. Su encargada, Matilde Palancia, aseguró ayer que está "encantada" con las expectativas de tener vecinos, ya que ahora se reducen a los que trabajan en un centro de la MAZ y a empleados de mantenimiento del polígono. "La zona está muy desangelada. Por no haber, no hay ni contenedores", apuntó.

Las 52 naves, de doble altura y construidas a base de combinar fachadas de hormigón y cristal, serán adquiridas por el citado empresario chino. El objetivo sería alquilarlas después a importadores de productos asiáticos, que con más de 20.000 metros cuadrados de superficie útil podrían dar cobertura a los bazares y comercios especializados en productos chinos de todo el valle del Ebro.

La capital aragonesa cuenta en estos momentos con cinco grandes almacenes chinos, reunidos en el polígono de Cogullada y que sirven a los comercios de la ciudad. El más grande de ellos, Da Fenh Shou, ocupa cerca de 5.000 metros cuadrados y abrió sus puertas hace cuatro meses.