Una caminata de 1.700 kilómetros para reivindicar los derechos sociales

Alrededor de 1.700 kilómetros separan de su meta al grupo de aragoneses que dentro de una semana partirá hacia Bruselas. Unas pocas horas si se vuela en avión, un viaje algo más tortuoso si se realiza al volante de un turismo y casi un acto de fe si el largo camino se recorre a pie, como tienen previsto hacer los miembros de la 'Marcha a Bruselas contra la reforma laboral y los derechos sociales'.

Los organizadores de la iniciativa llegarán -después de 45 etapas- a la capital belga el 27 de septiembre, dos días antes de la celebración de la movilización convocada por la Confederación Europea de Sindicatos para protestar por los recortes en políticas sociales que se están aplicando en la mayoría de países de la UE. "Somos un grupo de personas que nos hemos unido para luchar contra una situación que consideramos insostenible. Queremos construir un dique de contención contra los planes antisociales impuestos por el FMI y por los mercados especuladores", argumenta José Luis Martínez, uno de los miembros de la marcha.

De momento, alrededor de medio centenar de personas han confirmado su participación, aunque no todos podrán completar los 1.700 kilómetros. Algunos, por motivos laborales o familiares, tendrán que emprender el camino de vuelta antes de llegar a Bruselas. Otros, debido a las exigencias físicas del recorrido, andarán "hasta que el cuerpo aguante". Sin embargo, los miembros de la marcha esperan que se sume más gente a lo largo del camino, que atravesará Aragón, Cataluña y Francia. "La bola de nieve ya está rodando por la ladera. Y cada vez se hace más grande", afirma José Luis Martínez, que hace casi una década ya completó este mismo recorrido con la Marcha Azul. En aquella ocasión, se cargaron de kilómetros para protestar contra el Plan Hidrológico Nacional.

"Muchas organizaciones españolas y francesas se han puesto en contacto con nosotros para participar en esta iniciativa", explica Martínez, quien asegura que otros países han organizado marchas similares a raíz de la aragonesa. Además, a lo largo de todo el recorrido realizarán actos reivindicativos, colgarán carteles en español y repartirán octavillas en francés para que los habitantes del país vecino comprendan los objetivos de su caminata.

Para hacer más sostenible el viaje, una furgoneta de apoyo trasladará parte del equipaje -tiendas de campaña, comida, carteles, etc.- y recogerá a aquellos que no puedan seguir andando. Además, si después de cada etapa -de entre 25 y 52 kilómetros- les queda algo de fuerza, actualizarán el blog (www.marchahaciabruselas.blogia.com) a través del cual mantendrán informados a todos los simpatizantes que les darán fuerzas desde España. De momento, empiezan a mentalizarse con su lema extraoficial: "Llegaremos cansados, pero no derrotados".