SUCESOS

Un sistema láser 'made in Binéfar' para combatir la ola de robos de cobre

Las grandes operadoras eléctricas y ferroviarias ya se han interesado por el dispositivo.

Un grupo de ingenieros aragoneses ha decidido plantar cara a los 'cuatreros' del cobre, delicuentes que están aprovechando el repunte de este metal en los mercados para sabotear tendidos eléctricos, catenarias y todo tipo de instalaciones. Y lo está haciendo con un sistema láser 'made in Binéfar' por el que han empezado a interesarse las principales operadoras eléctricas y ferroviarias del país, que ya no saben cómo frenar a los nuevos 'chispas'. Tras quince meses de duro trabajo, dedicados al diseño y producción del dispositivo, este se ha puesto ya a prueba en Cataluña. Y los resultados no pueden ser mejores. Empresas de telecomunicaciones de países como Colombia, Venezuela, Suecia, Finlandia o Letonia, afectados tanto o más que España por el robo de cobre, saben ya del invento aragonés y han preguntando también por él.

"Hace casi dos años que empezamos a ser conscientes de la entidad del problema. Y aprovechando nuestra experiencia con la tecnología láser, comenzamos a darle vueltas a la solución", explica Jairo Olivera, director comercial de Sallen Technologies, empresa que instaló la fibra óptica que sirve para vigilar la valla fronteriza de Melilla. En Binéfar se han fabricado también algunos de los sofisticados detectores de billetes falsos que utilizan varios bancos centrales europeos, o los robots teledirigidos usados en la desactivación de explosivos. El 'laboratorio' oscense ha concebido ahora un sistema que podría ahorrar muchos apagones y millones de euros.

En un principio, el dispositivo está pensado para proteger grandes cableados: aéreos, subterráneos o en canalización abierta (los que se instalan a ras de suelo, como muchos alumbrados públicos). El 'cerebro' del sistema tiene un alcance de 2,5 kilómetros, pero la distancia a proteger no tiene límites. "Los ensayos en tramos piloto se están haciendo sobre 2.500 metros, pero se trataría de ir sumando un tramo detrás de otro hasta alcanzar la distancia necesaria", comenta Olivera.

Un haz constante invisible

El objetivo es cazar a los ladrones cuando empiezan a manipular los cables. Y para ello, se utiliza un haz de láser constante, no visible al ojo humano. En el momento es que se produce una intromisión, el 'cerebro' del sistema -una pequeña caja negra con dos microprocesadores que se instala junto al tendido- recibe una señal en forma de algoritmo. "Está programado de tal manera que solo se active la alarma en caso de robo, con un porcentaje de error inferior al 3%", comentan sus diseñadores. Se ha tenido en cuenta hasta que un roedor pueda correr por encima del cable o que este puede verse afectado por un cambio brusco de temperaturas. Pero ninguna de estas circunstancias activaría el sistema.

Sin embargo, cuando se detecta una manipulación brusca del cable, la cajita negra emite un aviso instantáneo -a través de tecnología GPRS o 3G- a una central de alarmas. "El operario identifica enseguida el tramo exacto donde se está intentando robar el cobre y manda allí a la Policía", comenta Jairo. Para evitar que los cacos utilicen inhibidores, el sistema envía una señal constante a esa central de seguridad. Y si por alguna razón se interrumpiera durante más de tres minutos, también saltarían las alertas.

Aunque entre los 'cuatreros' del cobre hay verdaderos profesionales, capaces de cortocircuitar un tendido para dejarlo inoperativo, en Binéfar están convencidos de que cuentan con una poderosa arma para combatirlos.