5 MILLONES DE EUROS MENOS

Un investigador cuesta a la DGA 48.500 euros al año y genera beneficios por valor de 113.000

Cada científico de alto nivel contratado por el Ejecutivo produce dos proyectos, un contrato y seis publicaciones.

Los presupuestos de la DGA para investigación perderán cinco millones de euros, lo que significa que se pasará de los 16,6 millones de este ejercicio a los apenas 12 el próximo. El recorte se produce pese a que las cifras demuestran que invertir en I+D+i no solo es un valor de futuro, sino también un activo más que rentable. Cada investigador que el Gobierno de Aragón contrata -a través de la Fundación Agencia aragonesa para la investigación y el desarrollo (Araid)- cuesta de media 48.500 euros, mientras que el retorno que genera ese científico asciende a más de 113.000 euros al año, es decir, consigue un beneficio que triplica el gasto.

 

Pero, ¿cómo consiguen ese dinero? La producción científica se traduce en la concesión de ayudas nacionales o internacionales a sus trabajos, o en la asignación de proyectos, contratos de investigación o patentes. A esto hay que sumar las publicaciones en revistas especializadas y la labor que desarrollan llevando a cabo actividades docentes, dirigiendo tesis, con la difusión científica o con la transferencia de conocimiento al tejido productivo, además de otros valores difíciles de cuantificar.

 

No todos los investigadores gastan y ganan lo mismo. Depende, sobre todo, del área de conocimiento en la que se desarrollan las tareas, ya que hay algunas más prolíficas en publicaciones y otras más orientadas a proyectos o actividades de transferencia, según comentaron ayer desde el Gobierno de Aragón.

 

Además, la retribución se negocia individualmente con cada aspirante al concluir el proceso de selección, por lo que la horquilla salarial varía entre los 35.000 y los 70.000 euros brutos al año. Hay que tener en cuenta que para ser contratados, estos científicos deben acreditar más de seis años de experiencia postdoctoral (es decir, tras la lectura de la tesis) y haber trabajado en, al menos, dos centros de investigación de prestigio. No obstante, se sabe que de media y sumando el sueldo y los costes de gestión, la inversión que hace la DGA en cada científico es de 48.500 euros.

Nueva búsqueda de 'cerebros'

Esa cantidad se triplica con el retorno que generan estos especialistas: de promedio, cada uno produce dos proyectos, un contrato de investigación y seis publicaciones, según se señala en la memoria que ARAID está elaborando y en la que recoge los datos de sus tres primeros años de actividad. Esta institución sin ánimo de lucro fue creada en 2005, a iniciativa del Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, para impulsar la I+D+i como factor clave del desarrollo regional, y al servicio de toda la sociedad aragonesa.

 

Desde 2007 ha ido incorporando investigadores de alto nivel en cinco áreas: experimental, biomédica, agricultura y veterinaria, social y humana, y, por último, tecnológica. Este año, acaba de publicar una nueva convocatoria para captar 'cerebros'. Pretende conseguir a los mejores en las líneas de biomedicina y ciencias de la salud, ingeniería de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), ciencia y tecnologías agroalimentarias, desarrollo social y cultural, medioambiente y sostenibilidad, nanociencia y nanotecnología, desarrollo tecnológico basado en nuevos materiales y procesos, y cálculo Atómico y Molecular.

 

El plazo para presentar solicitudes acaba el 21 de diciembre. Las bases y otras informaciones pueden consultarse en la página web de la Fundación Agencia aragonesa para la investigación y el desarrollo: www.araid.es.

Elevado retorno en la Universidad

Las cifras de retorno de los investigadores parecen no calar en los despachos del Pignatelli, donde estos días se intentan cerrar los presupuestos para el próximo ejercicio. En principio, la partida destinada a I+D+i no crecerá y esto conllevará, entre otros asuntos, que haya recortes de hasta un 20% en los fondos destinados a los grupos de la Universidad de Zaragoza (son más de 200). En un inicio ese porcentaje era del 56%.

 

La institución académica se verá obligada a seguir dependiendo de financiación externa a la comunidad autónoma para desarrollar sus líneas de investigación. Para ello, acudirá a los fondos que recibe de la Unión Europea y que 'premian' su labor científica.

 

La de Zaragoza es la quinta universidad española que más recibe de la UE. En concreto, este año ha sumado ya siete millones de euros, una cifra que podría crecer en los últimos meses del año y que ya es superior a la de los últimos ejercicios. La cantidad recaudada ha crecido de forma exponencial desde que hace un par de años se creó la Oficina de Proyectos Europeos (OPE), que se encarga de gestionar todas las convocatorias que publica la UE.