Setas, el tesoro más desconocido de Ordesa

Más de 300 magníficas fotografías de especies micológicas nos acercan en el libro 'Setas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Tesoro a conservar', de Francisco Serrano, a esta gran riqueza, hasta ahora sin estudiar. Al tratarse de un espacio protegido, está prohibido recogerlas.

Portada del libro 'Setas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Tesoro a conservar', de Francisco Serrano.
Portada del libro 'Setas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Tesoro a conservar', de Francisco Serrano.
Francisco Serrano

La riqueza natural del Parque de Ordesa y Monte Perdido es bien conocida: montañas, valles, bosques, barrancos, ríos, cascadas... junto a una gran biodiversidad animal y vegetal. Pero nada se había hablado de otros seres vivos, pequeños en tamaño pero inmensos en diversidad y belleza: las setas.

Ya nunca será así, porque desde ahora disponemos del libro ‘Setas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Un tesoro a conservar’, que acaba de publicar el micólogo y fotógrafo de naturaleza Francisco Serrano, respondiendo a una iniciativa del propio parque con motivo de la celebración de su centenario, como complemento al proyecto de investigación de 24 científicos realizado durante tres años que ha coordinado Serrano.

El libro no es un manual científico, sino un álbum divulgativo con 303 imágenes a todo color “de las setas más fotogénicas e interesantes que yo he encontrado, con las especies agrupadas por hábitats y ordenadas alfabéticamente; en este sentido es un libro bonito y útil tanto para especialistas como para el publico en general”, dice Serrano, quien recuerda que “en el Parque Nacional no se pueden recoger setas sino es dentro de un proyecto de investigación aprobado”.

Durante los tres años del proyecto, los investigadores han encontrado más de 700 especies de setas distintas, entre las que se encuentran dos especies nuevas para la ciencia. Se han encontrado otras 22 no citadas nunca en España, y otras 17 propuestas para incluirlas en las listas rojas a proteger. Pueden ser muchas más: “Si hacemos caso a los expertos que dicen que hay 10 especies de hongos por cada especie vegetal, podemos decir que hay varios miles, ya que en el Parque hay citadas 1.400 especies vegetales”, explica Serrano, en cuya web pueden consultarse muchas de las especies presentadas en el libro.

La riqueza micológica de Ordesa revelada por la investigación habla también muy positivamente de la ‘buena salud’ del parque nacional, ya que las setas son un buen indicador ambiental y biológico. “Un bosque o espacio rico en hongos lo que indica es que está bien conservado -afirma Serrano-. Un gran porcentaje de hongos son micorrizogenos y viven en simbiosis con especies vegetales, intercambiándose alimentos que favorecen a ambos. Lo que también hemos observado, y es importante decirlo, es que hemos encontrado más de 11 especies de hongos indicadores de bosques maduros bien conservados, correspondientes tanto a hayedos como abetales”.

Desde el punto de vista micológico, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido “reúne unas características únicas para que se den multitud de especies fúngicas, dada la enorme variedad botánica y de hábitats del Parque, las diferentes altitudes y orientación de los espacios, con especies atlánticas y mediterráneas”.

Hay características que favorecen esta proliferación de hongos: “Su propia configuración montañosa con nieves perpetuas, sus prados alpinos, sus cañones o valles profundos y sus diversos bosques de variadas especies, así como su abundante pluviometría, que forma ríos y barrancos favorece la vida de numerosas especies. Quizá lo que pueda obstaculizar que se desarrollen sea la excesiva presión de los visitante, pero al estar prohibida su recogida, aunque se infrinja en ocasiones, esta presión no debería afectarle”.

No hay que mirar a la setas como un elemento cuyo único sentido es la recolección. Una seta no recogida no es una seta perdida, muy al contrario “los hongos son de vital importancia para la supervivencia del bosque y de los seres que lo habitan. Atacan a los árboles ya viejos y enfermos hasta matarlos, dejando espacio a nuevos ejemplares jóvenes. Son los ‘barrenderos’ del bosque, descomponiendo la materia orgánica y transformándola en humus o sustrato, creando suelo. Además de su unión con árboles y plantas, con los que intercambian alimento, favoreciéndose mutuamente”, explica Francisco Serrano.

El libro está basado en las especies registradas durante la investigación realizada dentro del parque nacional, y coordinada por Serrano. “Durante tres años (2014 al 2017) el grupo al que denominamos Equipo Ordesa 2014, hemos recorrido el Parque desde Bujaruelo a Pineta pasando por Ordesa, Añisclo y Escuaín estudiando y catalogando las especies que encontramos”. Para la identificación de algunos ejemplares se llego a usar el análisis de ADN, con la colaboración del CITA. “De cada una de las especies halladas depositamos una muestra o exicata en el Herbario JACA del Instituto Pirenaico de Ecología”, añade Serrano.

En la revista Pirineos del C.S.I.C. se han publicado dos trabajos basados en esta investigación que pueden descargarse en formato pdf aquí y aquí.

FICHA DEL LIBRO: 

Portada del libro Setas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Tesoro a conservar, de Francisco Serrano.

Autor de fotos y texto: Francisco Serrano.

303 fotografías a color.

126 páginas. 

Precio: 14 euros.

Edita: Organismo Autónomo Parques Nacionales.

Venta 'online' en Parques Nacionales. También puede pedirse puede pedirse por e mail a publicaciones@oapn.es.

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