Rutas por Aragón: Ascensión en los Pirineos a la Gran Facha desde Baños de Panticosa

Las alturas de las montañas pirenaicas ya se han vestido de blanco, por ello, si queremos disfrutar de la alta montaña tenemos que equiparnos adecuadamente, sin olvidar que las horas de luz son menores. Si nos marcamos algún objetivo que ronde las 10 horas de marcha, conviene salir de noche para tener un margen de tiempo por si surgiera algún imprevisto.

En esta ocasión nos vamos a la Gran Facha o Punda dera Faxa (3.005 m), una montaña lejana sea cual sea el punto desde donde la abordes. Hemos elegido hacerlo desde el refugio de Casa de Piedra, en Baños de Panticosa, para introducirnos en el barranco del Caldarés e ir descubriéndolo poco a poco con las primeras luces del alba, por la cuesta del Fraile, hasta el cruce para entrar al de los Ibones de Bachimaña, al cabo de hora y veinte. Entramos en ese mundo precisamente, en el de Bachimaña, con su ibón Inferior, represado, y el Superior, más represado aún.

Medir las propias fuerzas

Rodeamos el ibón Superior siguiendo las marcas del GR 11, hasta que en otro cruce, cuarenta minutos más tarde, lo dejamos para continuar nosotros en dirección a Marcadauy, meternos en el barranco de la Canal y en la cuenca que lo alimenta, la de Pecicos. Es ahí cuando a los primerizos en esta ruta les puede dar un baño de realidad la montaña, ya que se presenta nuestro objetivo de hoy con toda su crudeza. Es un buen lugar para detenernos y reponer fuerzas para el duro ascenso.

Ibón de Pecico de la Canal abajo, y el embalse de Pecico encima, son los que hay que ir pasando por su margen izquierda, derecha de la marcha, no sin antes hacer un alto en una singular roca que pone de manifiesto su retorcido pasado. La presión y la temperatura, durante millones de años, han hecho de ella una verdadera singularidad, que ya en merecido reposo se muestra al mundo.

Por la orilla del ibón

La travesía discurre cercana a la orilla del ibón, sin apenas desnivel pero salvando tramos de piedras que la hacen algo incómoda. La dificultad se acrecienta desde el inicio del canchal, muy vertical y de piedra muy suelta, que hay que ir sorteando hasta llegar a la base de la roca del Pecico Oriental, donde tienes ya algo más sólido y estable donde echar manos para salvar el último tramo, más vertical y descompuesto todavía que permite alcanzar el collado sur de la Gran Facha.

Un collado éste que ya da vista al mundo Respomuso en particular y al enorme circo de Piedrafita en general. Tomamos un respiro para afrontar los casi 200 metros de desnivel que restan hasta la cumbre, que hacemos en menos de media hora de incesante trepada por la amplia loma. Se llega a una especie de antecima desde la que, superando un par de peligrosas hendiduras a dos aguas, se alcanza la cima de esta montaña, que se aúpa cinco metros para entrar en la élite de los tresmiles pirenaicos, ofreciendo una extraordinaria panorámica sobre los Pirineos.

Salvo que hayamos dispuesto vehículo en La Sarra para hacer la travesía por Respomuso, deberemos volver por el mismo itinerario. Si hemos hecho la subida con sumo cuidado, en la bajada hay que extremar la precaución, concentrando la atención en cada paso y cada agarre. De hecho, nos costará más tiempo bajar que subir el tramo hasta el collado. Luego vendrá el interminable canchal hasta llegar a la orilla de Pecicos, donde se puede empezar ya a respirar.