De excursión por el salto del río Escarra

Surgido de los barrancos que se nutren de la nieve acumulada en la punta que se eleva hasta los 2.748 m de altitud, con el que comparte su nombre, el río Escarra muestra multitud de caras desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Gállego, a la altura de la localidad de Escarrilla. Pero, sin duda, uno de los parajes de mayor belleza y agresividad natural lo muestra una vez sus aguas han superado el embalse de Escarra, justo debajo del camino de 'As Cambras', que rodea por el sur la montaña del Pacino. Allí, se encajona entre las rocas y no muestra su faz hasta 'O Saldo', bello espectáculo acuático donde disfrutar del líquido elemento y de un paraje de gran encanto.

Esta sencilla excursión conduce a uno de esos parajes que quedan grabados en la memoria y que, en más de una ocasión, son nuevamente visitados por el excursionista amante de la naturaleza.

A la salida de la localidad de Escarrilla, por el norte, desde la carretera A-136 que sube de Biescas a Portalet, justo antes de cruzar el puente sobre el río Escarra y de entrar en el túnel del mismo nombre, se toma una pista a la izquierda. Tras unos metros por la pista que remonta el citado cauce fluvial, arranca a la izquierda el sendero PR-HU 91 por el que se debe continuar.

El camino atraviesa dos pequeños barrancos contiguos, los del Betato y de Latrero respectivamente, entre abundante vegetación de ribera. Remontando el de Latrero unos metros y fuera del camino, se encuentra la 'Fuen deras Estanderas', un buen lugar donde aprovisionarse de agua. Destaca, especialmente en temporada, el fuerte olor de la menta de burro ('Menta longifolia') en todo este tramo. La vereda continúa subiendo suavemente hasta encontrarse con una pista por la que hay que seguir unos metros a la derecha para, así, retomar el sendero ascendente, que avanza por la umbría de una roca y desemboca, de nuevo, en otra pista.

Una vez se gana una cerca, dispuesta para evitar que el ganado salga de sus límites y que hay que dejar cerrada una vez se atraviesa, la altura proporciona vistas de las tierras de Escarrilla y Sandiniés y de las distintas montañas del valle, como las de la sierra de la Partacua, al suroeste -donde destaca el Pimendalluelo, que se eleva 1.963 m-, la singular estampa de la Punta Pacino (1.965 m), al norte, y las localizadas en la margen opuesta del río Gállego. En este punto, un desvío abandona el trazado del PR-HU 91 y se dirige hacia la 'Punta dera Cochata' (1.911 m) y al embalse de Escarra, a los pies de la citada cima y de 'Punta dero Cautero' (1.868 m).

Siguiendo por el PR, a partir de ahora se avanza por un tramo llano entre prados con numerosos arbustos y mínimas pinceladas de árboles. Tras dejar atrás estos pagos, se llega a dos pequeñas paredes rocosas entre las que discurre el sendero, como si se hubiera entallado o encajonado en las hendiduras de estas rocas. Al poco tiempo, el río Escarra y su singular cascada, popularmente conocida como 'O Saldo', saludan al caminante. Mediante un corto descenso se accede hasta el agua, a los pies mismos del salto.

Esta surgencia es un bello y recoleto rincón donde pasar un rato agradable. El hilo fluvial ha lamido y cincelado la roca para crear un agujero o 'forau', de tal forma que el agua de 'O Saldo' parece surgir de las entrañas de la montaña. Si el tiempo de la jornada empeora, el excursionista siempre se puede refugiar en las pequeñas covachas excavadas por el agua en las paredes de roca y esperar una mejoría para emprender el regreso.

El camino de vuelta se debe realizar por el mismo recorrido de la ida, recuperando el PR-HU 91 e invirtiendo en la bajada no más de una hora hasta alcanzar, de nuevo, la carretera que sube de Biescas hacia Francia.

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