Ruta por el corazón del Parque de Ordesa

El Centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido da un motivo más para disfrutar de la espléndida naturaleza del núcleo original del espacio protegido. Entre las muchas excursiones posibles, proponemos un recorrido circular que combina los dos elementos que definen el valle: el fondo plano por el que discurre el río y los paredones rocosos que lo enmarcan. Así, se comienza ganando rápidamente altura para seguir por una faja en la roca que no exige pasos difíciles y se regresa por la ruta más conocida y frecuentada del parque.

Desde la pradera de Ordesa, recorremos primero el valle en altura por la cornisa de la faja Pelay hasta el circo de Soaso y la cascada de la Cola de Caballo. El regreso se realiza por el fondo del valle, siguiendo la ruta por la margen del río Arazas.

Nos situamos en la pradera de Ordesa, al fondo del aparcamiento, para tomar a la derecha una estrecha pista de uso restringido que nos lleva a cruzar el río Arazas por el puente de la senda de los Cazadores.

Panorámica del fondo del valle

Dejamos a la derecha el desvío de los senderos de Turieto y, a la izquierda, el ramal del sendero de Soaso por esa misma margen del río, para adentrarnos en el bosque. A medio kilómetro del punto de partida iniciamos un duro tramo de ascenso, con fuerte desnivel que se supera en continuas lazadas, dejando a la derecha el camino que lleva a Cuello Diazas, para seguir hasta la cabaña y el mirador de Calzilarruego, donde se puede descansar de la subida y comenzar a disfrutar de las panorámicas sobre el fondo del valle.

Estamos frente al circo de Cotaturero, y continuamos la excursión por la faja Pelay, abierta en las rocosas paredes meridionales de Ordesa. Es un sendero bien acondicionado, sin pasos complicados y de una anchura aproximada de un metro, que discurre a lo largo de poco más de siete kilómetros manteniendo su altura alrededor de los 1.900 m.

El camino atraviesa una zona de pino negro y ofrece vistas como las de la Brecha de Rolando. Sobre las cascadas de Arripas encontramos una cabaña y al final, frente al macizo de Monte Perdido y sus imponentes cumbres, una fuente.

Accedemos al circo de Soaso, enlazando con el sendero que lleva su nombre y con el GR 11. Hacia nuestra derecha, el sendero asciende por las clavijas de Soaso para encaminarse al refugio de Góriz; para iniciar el regreso, giramos a la izquierda y enseguida llegamos a la emblemática cascada de la Cola de Caballo, una de las imágenes más conocidas del Parque Nacional.

Cruzamos por una pasarela el río e iniciamos el regreso, siempre siguiendo las marcas del GR 11, Senda Pirenaica. Recorremos la llanura, pasando por un tramo empedrado en parte, y tras dejar atrás una cabaña llegamos a los bellos saltos de agua de las Gradas de Soaso, armoniosa sucesión de pequeñas cascadas.

El camino atraviesa primero una zona de pastizales, pasa debajo del curioso extraplomo de la cueva Frachinal y luego se sumerge en el bosque de las Hayas, dejando a la derecha el desvío del sendero de la faja Canarellos. Pasamos por el mirador y las cascadas del Estrecho y llegamos a la pasarela sobre la cascada de Arripas, que nos ofrece la posibilidad de continuar por una variante que discurre por la otra orilla. Dejamos atrás el mirador y continuamos por el bosque hasta el puente de Sarrieto, que de nuevo repite la opción por la otra margen.

Sin cruzar, seguimos entre hayas y abetos hasta encontrarnos con una imagen de la Virgen del Pilar, que marca el desvío del sendero de Cotatuero. De frente, se prosigue por la pista forestal hasta la caseta de los guardas del parque y el punto de partida en el aparcamiento de Ordesa.