Tarazona, joyas del patrimonio y de la naturaleza

La riqueza de su patrimonio histórico y los valores naturales de su entorno compiten en la visita a la capital de la comarca de Tarazona y el Moncayo. Ofrecemos un recorrido por los rincones de visita obligada de la localidad del Queiles.

Fachada del ayuntamiento renacentista de Tarazona.
Fachada del ayuntamiento renacentista de Tarazona.
Nora Bermejo

Situada en las faldas del Moncayo, a orillas del río del Queiles, Tarazona es una localidad de largo poso histórico que se esfuerza en mantener el brillo de todo su valioso patrimonio histórico, y se está convirtiendo en un foco de interés para un número cada vez mayor de visitantes. Este mes tendrá lugar la cita más multitudinaria de las que vive Tarazona: el Cipotegato, Fiesta de Interés Turístico Nacional, y acto más popular y lúdico de las fiestas de San Atilano. Cada 27 de agosto, a las 12.00 del mediodía, la plaza del ayuntamiento, abarrotada de público, espera la salida de este personaje, que es recibido por una lluvia de tomates que acaba calando a todo el mundo.

Otra cita del calendario estival es su Festival de Cine de Comedia ‘Paco Martínez Soria’, donde puede verse la más reciente producción nacional de cortometrajes, y durante el que es posible encontrar por las calles turiasonenses a algunos de los actores y directores españoles más activos.

Sin duda, como visitantes quedarán también admirados por el rico patrimonio artístico y urbano de la ciudad. Su casco histórico, que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1965, posee numerosos enclaves en los que se respira arte e historia, con ejemplos de arte mudéjar (patrimonio de la Humanidad) y, sobre todo, con un conjunto de edificios renacentistas entre los de mayor nivel de Aragón.

La Catedral de Nuestra Señora de la Huerta es el principal templo de Tarazona, situado en la margen derecha del río, se comenzó a construir en el siglo XII y aúna la arquitectura gótica de influencia francesa, la construcción mudéjar y la estética renacentista. Los casi 30 años de trabajos de restauración de esta huella histórica que refleja la relevancia de la capital turiasonense a lo largo de los siglos le han devuelto su esplendor y su total riqueza artística. Además, desde el año 2002, la catedral y su entorno poseen la declaración de Bien de Interés Cultural.

El Palacio Episcopal y la iglesia de la Magadalena

La arquitectura del Palacio Episcopal también destaca en la panorámica de la ciudad. Fue construido sobre la Zuda musulmana tras la reconquista y en él residieron los Reyes de Aragón. Llama la atención su fachada, compuesta por varios pisos abiertos con balcones. A los pies de la Zuda se sitúa el antiguo barrio de la Judería, cuyo trazado se puede recorrer siguiendo las actuales calles de Judería, Rúa Alta, Rúa Baja y Aires.

A escasos metros del Palacio Episcopal se encuentra la iglesia de Santa María Magdalena, parroquia del barrio del Cinto. Está constituida por tres naves, pero si algo destaca en la fotografía de este templo es su esbelta y alta torre elaborada con diferentes materiales y de decoración mudéjar, uno de los elementos más distintivos del ‘skyline’ turiasonente.

El ayuntamiento

El consistorio de Tarazona fue edificado entre 1557 y 1563 en la plaza Mayor o del Mercado con el objetivo de cumplir las funciones de lonja. Fue a mitad del siglo XVII cuando este edificio pasó a ser utilizado propiamente como ayuntamiento de la ciudad. Su fachada es imponente, pues en ella destacan distintos elementos como su última planta, que posee una galería de arcos que funcionó de mirador para contemplar espectáculos taurinos, fiestas o acontecimientos religiosos. En su largo friso están tallados distintas figuras y representaciones como Hércules, Caco y Pierres, así como la cabalgata de coronación de Carlos V en Bolonia.

El Palacio de Eguarás

Este palacio fue una de las muchas residencias de las familias turiasonenses más adineradas en el siglo XVI. Perteneció a la familia de Eguarás y fue edificado entre 1559 y 1562. Se trata de un edificio de estilo renacentista, con forma de U, y distribuido en torno a un enorme patio central cuadrado.

La mezquita de Tórtoles

La recuperada mezquita del barrio de Tórtoles es una de las dos mezquitas rurales que se conservan en Aragón. En este templo, de mediados del XV y declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés, destaca su techumbre de madera y con ornamento vegetal, animal e inscripciones árabes, que es una de las mejores decoraciones pictóricas de las mezquitas conservadas en España. Cuenta también con mirah y qibla.

La Plaza de Toros Vieja y el Teatro de Bellas Artes

En 1790 se puso en marcha la construcción del antiguo coso turiasonense: varias viviendas se dispusieron de forma contigua para constituir una plaza octogonal y cerrada, situada en el prado, junto al santuario de la Virgen del Río. Bien de Interés Cultural desde hace 13 años.

También, el Teatro Bellas Artes es uno de los lugares con encanto de Tarazona. Inaugurado en el año 1921. posee una arquitectura de matices modernistas y secesionistas y su traza responde a las características del clásico teatro italiano. Tras un periodo de obras, el teatro fue reinaugurado en 1991 y, actualmente, los actores turiasonenses Paco Martínez Soria y Raquel Meller son los protagonistas de algunos de sus rincones.

El Moncayo

En su entorno natural destaca la dehesa del Moncayo, que forma parte ya del Parque Natural. El Moncayo, 'techo' del Sistema Ibérico, ofrece rincones de enorme belleza, con bosques de pinos, hayas o robles. El entorno del embalse del Val, las Estepas de Valcardera o la Vía Verde del Tarazonica son otros espacios en los que disfrutar de la naturaleza dentro de su término municipal.

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