Un verano para ver quebrantahuesos

La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos organiza diversas actividades quiadas para la observación de esta emblemática ave de los Pirineos. Una buena manera de conocer también la riqueza natural de la comarca del Sobrarbe.

Un quebrantahuesos sobrevuela el cielo.
Un quebrantahuesos sobrevuela el cielo.
Archivo

La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) organiza visitas guiadas para la observación de esta gran ave rapaz durante todo el verano. En los meses de julio y agosto, se amplían los días en los que la fundación organiza salidas bajo el acompañamiento de monitores especializados para ver a esta emblemática especie del Pirineo mientras realiza sus majestuosos vuelos.

El sendero de los miradores de Revilla es el lugar desde el que se realiza esta actividad. Este cañón, con sus cortados y barrancos, es uno de los puntos que estos magníficos pájaros suelen visitar, y así es posible verlos planear entre sus cornisas. En una marcha de dos horas por un sendero muy accesible, los participantes tendrán ocasión de buscar la estampa de estos grandes carroñeros en las montañas de Monte Perdido. En concreto, la ruta pasa por delante de las gargantas de Escuaín, el lugar con mayor densidad de población de quebrantahuesos de todos los Pirineos.

En esta zona se encuentra, además, el punto de alimentación suplementaria para estas aves en Ordesa, un motivo más para avistar quebrantahuesos que acudan allí a proveerse de comida. Este carroñero es un gran volador, puede recorrerse 200 kms sin esfuerzo. Sus alas pueden llegar a medir tres metros de punta. Con su escaso peso, de 5 a 7 kilos, y tamaña 'vela' poco le cuesta aprovechar las corrientes de aire para planear sin límite y prospectar las laderas hasta ver si encuentra algún resto animal. En este sentido, el mirador del barranco de Angolés hasta donde nos lleva la ruta, con los cortados abiertos durante millones de años de erosión fluvial por el río Yaga, es un buen punto para intentar ver de cerca una de estas aves, pues, como hemos dicho, el quebrantahuesos vuela pegado a la montaña, de un modo similar al que utilizan los parapentes, que se apoyan en el viento que choca en las paredes. La visitas guiadas los miradores de Revilla se realizan los sábados y domingos, de 10.00 a 14.00.

Otra posibilidad de ver quebrantahuesos es acudir al Observatorio de Aves Carroñeras de Aínsa, a solo 1,5 km del Eco Museo de la Fauna Pirenaica del castillo de Aínsa, que gestiona la FCQ. En este punto se ha creado un comedero de aves carroñeras, que la fundación alimenta con los restos del matadero de Aínsa, y en el que los visitantes pueden ver, a una distancia de 20 metros, a las rapaces que acuden allí para alimentarse. Desde FCQ se han programado visitas al observatorio los lunes, jueves y viernes, de 10.30 a 12.30.

El Ecomuseo y Parque Zoológico de la Fauna Pirenaica (974 500 597), que se encuentra ubicado en el castillo de Aínsa, es una buena manera de acercarse al conocimiento de estas aves y de las otras especies animales que pueblan los Pirineos, especialmente esta zona de Sobrarbe. Abre todos los días, de 10.30 a 14.30 y de 15.30 a 20.30.

Toda la información, así como el precio de las actividades, puede consultarse aquí.

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