5 rutas en Aragón para hacer antes de que llegue el calor

Proponemos cinco recorridos que discurren por zonas descubiertas o de solana, que encuentran ahora, antes de que apriete el calor, su época idónea para ser conocidos.

Saladas de Bujaraloz, un paisaje cuya aridez se reduce en primavera.
Saladas de Bujaraloz, un paisaje cuya aridez se reduce en primavera.
COMARCA DE LOS MONEGROS

Este abril fresco y nublado que estamos viviendo nos ofrece la oportunidad de disfrutar de algunos paseos y senderos por los que, con temperaturas más altas y veraniegas, será más incómodo transitar. Proponemos a continuación cinco rutas idóneas para hacerlas cuando el sol todavía no quema y el calor no llega a hacernos sudar.

- Ruta Orwell. El escritor británico viajó a España para luchar por la República y fue destinado a la sierra de Alcubierre en los primeros días de enero de 1937. Allí combatió hasta el 16 de febrero, primero en el monte Pucero y luego en el monte Iranzo hasta donde nos lleva la ruta Orwell, que comienza en el km 34,6 de la carretera A-129, de Leciñena a Alcubierre. En el camino veremos alambradas, ramales de comunicación, como trincheras en zanja, algunas en zigzag, para la defensa personal, los abrigos construidos para que las tropas se pusieran a cubierto, pozos de tirador, y diversos elementos propios de un asentamiento militar.

- Saladas de Sástago y Bujaraloz. Hace millones de años, durante el periodo Terciario, el mar cubría Aragón. Las aguas se retiraron pero la sal se quedó, dejando sustratos salinos en la depresión del Ebro. Como antiguo vestigio de ese mar queda este conjunto lagunar de 26 cubetas que ha llegado hasta nuestros días entre Sástago y Bujaraloz. Son tan singulares que forman parte del Ramsar, la lista internacional que recoge los humedales más importantes del planeta. Aunque durante la visita las lagunas parezcan secas a la vista, todos los días entra agua en las saladas. Va llegando poco a poco, infiltrándose en la tierra, a veces desde muchos kilómetros de distancia. No discurre por corrientes sino por un proceso de tierra mojada, en el que las moléculas de agua van resbalando hacia las saladas porque es la zona más hundida de todo Monegros. Conviene sobre todo visitar la Salada Grande, donde se encuentran los paneles explicativos que permiten comprender mejor este ecosistema. Desde allí sale la ruta para recorrer este espacio.

- Acueducto de Cella. El sendero GR 160 lleva de Gea de Albarracín a Cella, siguiendo el trazado de esta obra hidráulica construida en el siglo I por los romanos. Parte desde Gea por la pista que sale junto al cementerio y nos lleva al paraje conocido como la Cañada de Monterde, donde el acueducto empieza su recorrido a una considerable profundidad. Se puede visitar unas galerías muy bien conservadas y seguir luego la marcha, que nos lleva hasta Cella. El recorrido sigue siendo subterráneo durante algunos tramos, en los que se puede subir a las hoyas o agujeros verticales que daban aire a las profundas galerías, llegando casi en su final a 2 km del acueducto a cielo abierto, a la altura de la rambla de la Muñeca.

- De Larrosa a Iguacel. En la zona de la Garcipollera se encuentra esta ruta que nos lleva hasta el pueblo abandonado de Larrosa. Se parte desde el inicio de la pista de Larrosa, por donde nos orientarán las señales del sendero GR 15 (Senda Prepirenaica) durante 1,5 km, desde ese momento se sigue por la pista inicial, que nos llevará a Iguacel, cruzando los barrancos de Monde y de Forraz, y a lo largo de la que veremos, mirando hacia abajo el impresionante valle del Acumuer y,  hacia arriba, las nieve del macizo de Collarada y la sierra de la Partacua.

- Trincheras de Tierz. El frente de batalla de la Guerra Civil estuvo durante un largo periodo de tiempo entre Siétamo y Lopórzano, en la zona conocida como Estrecho Quinto. Por esta razón se construyeron un gran número de infraestructuras bélicas: trincheras, búnkers, cuevas… Para llegar a ellas se parte de la localidad de Tierz por el camino del cementerio. Se sigue hasta llegar a un desvío que aparece justo antes de la pista que sube al saso. Las señales nos van llevando por el sendero, con algunos tramos de fuerte pendiente. Una vez alcanzamos el saso, un poste de señalización nos muestra el camino a seguir. Se pasa por un primer mirador explicativo de la zona de Estrecho Quinto, junto al cual pueden verse unas trincheras recientemente restauradas. Siguiendo el camino señalizado veremos más adelante dos búnkeres. Y ya podremos tomar el camino de regreso a Tierz.

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