Ruta de los Templarios por el Cinca

Cuando se desató la persecución de la Orden del Temple en la Corona de Aragón, las tierras del Cinca fueron su último reducto y uno de los postreros en Europa. El castillo de Monzón fue su núcleo principal.

Panorámica de Monzón y su castillo.
Panorámica de Monzón y su castillo.
Prames

En la Corona de Aragón existía un maestre de la Orden del Temple que actuaba como representante del gran maestre, la máxima autoridad. De él dependían las encomiendas templarias de Aragón, Cataluña, Valencia, Mallorca y el Rosellón. Algunos maestres eligieron la fortaleza de Monzón como residencia, convirtiendo el castillo en sede administrativa de la provincia templaria.

Siguiendo las instrucciones del Papa Clemente V, el rey Jaime II persiguió a la Orden del Temple y ordenó en 1307 la confiscación de todos sus bienes. La mayor parte de los comendadores prefirieron fortificarse y resistir a las pretensiones del rey. Tras duro asedio, los castillos de Monzón y de la vecina Chalamera (que dependía del primero) fueron los últimos en caer, en mayo de 1308.

Un siglo antes, siendo un niño, el futuro rey Jaime I fue llevado al castillo de Monzón, donde vivió entre 1214 y 1217, siendo educado por el maestre Guillen de Mont-Rodón y los caballeros templarios hasta su proclamación como rey.

La ruta rememora esa historia y nos sumerge en el halo de misterio que ha acompañado siempre a los frailes templarios. Los últimos en rendirse fueron los de Chalamera. Sobre las ripas que flanquean la localidad se asienta la ermita de Santa María (siglos XII-XIII), precioso templo románicos vinculado al monasterio de Alaón y cuya construcción se asocia también con la presencia de la orden en el territorio.

Sin duda, el corazón de la ruta es Monzón y su impresionante castillo, pero hay numerosos hitos templarios en el camino que también merece la pena descubrir. La cercana Selgua, por ejemplo, no perteneció a los templarios de Monzón pero su ermita de San Salvador guarda el sarcófago de un caballero del siglo XIII que se ha relacionado con Fernán Sánchez, hijo ilegítimo del rey Jaime I y fundador de la baronía de Castro, que fue asesinado en Pomar de Cinca.

Monzón, fortaleza milenaria

La imagen de la capital del Cinca Medio está asociada a su castillo, fruto de una larga y activa vida militar. En época musulmana, estuvo muy disputado entre los walíes o gobernadores de Huesca y Lérida, como entre caudillos y reyes cristianos y musulmanes. Conquistado a los musulmanes por el Cid Campeador en 1083, fue una posesión efímera y hasta 1141 no quedó definitivamente integrado en la Corona de Aragón. Dos años después se convirtió en la principal encomienda de la Orden del Temple en Aragón, adquirió su fisonomía románica y alcanzó gran fama. La disolución de la orden en 1308 acarreó su decadencia y en 1317 fue traspasado a la Orden del Hospital de San Juan. No obstante, la fortaleza mantuvo una importante actividad militar a lo largo del tiempo, participando en todas las guerras peninsulares desde el siglo XVII al XX.

Es tanta la historia que guarda entre sus sólidos muros que se resulta recomendable una visita guiada. Tras la larga rampa de acceso, los baluartes, polvorines y garitas fruto de su modernización, descubriremos un recinto románico en el que sobresalen la torre de Jaime I, que alojó al futuro rey; la iglesia románica de San Nicolás, donde se ubica el Centro de interpretación de losTemplarios; la torre de las Dependencias; la gran sala capitular o refectorio con su aljibe y la torre del Homenaje, de época musulmana. Una singularidad de la fortaleza es su red de túneles, algunos de época medieval y otros, minas y contraminas realizadas durante la guerra de la Independencia.

En Monzón recorreremos las calles de su judería y disfrutaremos de sus palacios y casonas, el ayuntamiento renacentista, los ejemplos de edificios modernistas, los distintos museos, la iglesia de San Juan (XVI) o la cercan ermita de la Virgen de la Alegría, un estupendo mirador sobre la vega del Cinca. Mención especial merece la concatedral de Santa María del Romeral (s. XII-XIII), románica con reformas en estilo gótico, mudéjar y barroco, que fue colegiata y sede habitual de las Cortes de Aragón.

Otros lugares templarios:

Castejón del Puente: ermita románica de la Virgen Bella, antigua iglesia del desaparecido castillo; iglesia de la Asunción (siglo XVI), casa consistorial, trincheras de la Guerra Civil (tozal de las Aguaderas) y Centro de Interpretación de las Comunicaciones 'La Malena' (tel.974 404 466).

Cofita: iglesia románica de Santa María Magdalena, con grabados de monjes guerreros en sillares del exterior y una cruz de malta en el frente del altar.

La Almunia de San Juan: patrimonio hidráulico, aljibes y sistemas de conducción tallados en la roca de época musulmana y sifón del Sosa (1906), impresionante obra de ingeniería del Canal de Aragón.

Binéfar: iglesia parroquial de San Pedro con singular portada de estilo gótico flamígero; casa de Cultura (antiguo ayuntamiento y cárcel), ermita de la Virgen del Romeral (sierra de San Quílez), yacimiento de La Vispesa (en el término de Tamarite de Litera) y poblado medieval de Tarradellas (ubicado en San Esteban de Litera).

Valcarca: iglesia románica de la Transfiguración, templaria.

Binaced: a unos dos km al sur, castillo de la Mora o de las Carboneras; ermita de origen románico de San Elías; miliario de la vía Ilerda-Osca (finca particular Casasnovas).

Conchel: torreón del siglo XV del desaparecido castillo; en la iglesia de Santa María Magdalena, reliquia de la Vera Cruz procedente de la Cruz de Caravaca que los templarios custodiaban en el castillo de Monzón.

Alcolea de Cinca: molino de agua; casas solariegas y casa consistorial, antiguo palacio del duque de Alba; los cortados de las'ripas'.

Albalate de Cinca: torreón Almohaje, con pinturas renacentistas en grisalla; palacio ducal de los Solferino; ayuntamiento y casonas renacentistas; portada románica de la iglesia de San Martín.

Belver de Cinca: casas palaciegas (Camilo, Abadía), mazmorras del antiguo castillo en las que fueron encerrados los últimos templarios, algunos enterrados en la cripta de la ermita de Nuestra Señora de Gracia, actual casa Foj.

Ballobar: puente viejo; casas solariegas ; iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de origen románico; restos de las torres defensivas El Castillazo y La Forza.

- Textos adaptados de: 'Ruta de los templarios. De Monzón a Fraga', José Antonio Adell y Equipo Prames. Prames, 2013.

Más infomación en Unpaisdemontañas.

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