POBLACIÓN

Todas las comarcas habrán perdido población en 2022 si no reciben inmigrantes

Un estudio demográfico revela que 12 demarcaciones comarcales se despoblarán incluso aunque lleguen nuevos habitantes.

Las 33 comarcas aragonesas, incluida el área metropolitana de Zaragoza, perderán población hasta 2022 si no reciben inmigrantes, según se desprende de un estudio demográfico presentado ayer dentro del I Encuentro sobre Despoblación y Reestructuración Rural, que se celebra en Teruel. El trabajo, que se basa en la evolución y características de la población en el periodo comprendido entre 1998 y 2007, señala que, incluso con la recepción de inmigrantes, 12 comarcas perderían habitantes. El conjunto de Aragón pasará de los 1.296.655 habitantes de 2007 a 1.242.542 en 2022, un 5% menos, si los flujos migratorios se detienen. Si la inmigración mantuviera el ritmo registrado entre 2003 y 2007, lo que los propios autores del estudio consideran improbable, el censo crecería en el mismo plazo hasta 1.518.590, un aumento del 17%.


El estudio 'Proyecciones de población para las comarcas de Aragón, 2012, 2017 y 2022', elaborado por un grupo de profesores de la Universidad de Zaragoza, revela que el crecimiento vegetativo será durante todo el periodo analizado negativo en todas las comarcas, salvo el área metropolitana de Zaragoza que mantiene una evolución natural -nacimientos menos defunciones- positiva hasta 2012, para decaer también a partir de esta fecha. De cumplirse las previsiones del informe, la capital aragonesa y su entorno pasarán de los 714.604 habitantes de 2007 a 704.477 en 2022, si no recibe inmigrantes, pero crecerían hasta 851.560 si estos afluyen como en los años previos a la crisis.


El informe advierte de que, aun con tasas de inmigración similares al periodo 2003-2007, 12 comarcas perderían habitantes: La Litera, Los Monegros, Aranda, Ribera Baja, Bajo Martín, Campo de Daroca, Jiloca, Sierra de Albarracín, Matarraña, Campo de Belchite, Cuencas Mineras y Andorra-Sierra de Arcos.


El estudio, elaborado para el Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR), considera que la llegada de inmigrantes es necesaria para frenar la tendencia natural al envejecimiento y al aumento de la tasas de dependencia en todas las comarcas.


El coordinador del I Encuentro sobre Despoblación, Luis Antonio Sáez, reconoció, no obstante, que el volumen de inmigrantes que ha recalado en la Comunidad durante los años previos a la crisis es "irrepetible". De hecho, los últimos datos migratorios indican que inmigrantes asentados en Aragón regresan a sus países de origen. El estudio insta a la Administración a propiciar saldos migratorios positivos para "frenar o al menos que no empeore la situación de desierto demográfico de algunas zonas aragonesas".


El I Encuentro sobre Despoblación y Reestructuración Rural, organizado por el Instituto de Estudios Turolenses, el CEDDAR y la Caja Rural, termina hoy con la participación expertos nacionales e internacionales. Sáez destacó que, en el caso de Teruel, una de las provincias más castigadas por la despoblación, la llegada de inmigrantes de los últimos años ha estado marcada por la heterogénea distribución territorial por la masculinidad.