Agricultores de Villarquemado y Cella se manifiestan en contra de la laguna del Cañizar

Protestaron ayer por las resoluciones del Inaga y el Justicia, que apuestan por compartir los usos del agua del humedal

Los agricultores y regantes se manifestaron por las calles de Villarquemado.
Los agricultores y regantes se manifestaron por las calles de Villarquemado

Alrededor de un centenar de agricultores y regantes de varios pueblos de la comarca del Jiloca se manifestaron ayer por las calles de Villarquemado para reivindicar nuevamente la desecación de la laguna del Cañizar, un humedal rescatado hace seis años entre esta localidad y Cella que llegó a convertirse en poco tiempo en un referente a nivel europeo en la conservación de una rica y variada avifauna.


La movilización de ayer, que constituye un nuevo capítulo en el conflicto que enfrenta desde hace unos meses a regantes y defensores de la laguna, se ha visto espoleada por las recientes resoluciones del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, Inaga, y del Justicia de Aragón. Ambas instituciones apuestan por compartir los usos del agua entre los colectivos en conflicto mediante el control conjunto de las compuertas que permiten el almacenamiento de caudales.


El portavoz de la plataforma ‘No a la laguna’, Simón Rubio, destacó el sentimiento de "decepción de agricultores y regantes ante el Justicia de Aragón por posicionarse a favor de los grandes, como son las diputaciones". La institución del Justiciazgo sugirió en una resolución que el control de las compuertas de entrada y salida del agua de la laguna del Cañizar sea gestionado conjuntamente por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y por la DGA, y no por los regantes, como actualmente se realiza. Por su parte, la directora del Inaga, Nuria Gayán, calificó de "deficiente gestión" el control de las compuertas por los regantes, que se han mantenido abiertas durante todo el año impidiendo, a su juicio, la disponibilidad de agua tanto para riego como para favorecer el ecosistema de la laguna.


Simón Rubio reconoció que la sequía está afectando seriamente los terrenos de cultivo de la zona, pero manifestó que el cierre de las esclusas durante el invierno, como reclaman ambas instituciones, no hubiera mejorado la situación. "El agua se hubiera evaporado o filtrado, por lo que seguiríamos sin tener caudales para los riegos", explicaba el portavoz.


Los agricultores lamentan, sobre todo, la decisión del Inaga de no autorizar la limpieza de la cabecera del ríoCella o acequia Madre, como habían solicitado. Consideran que la presencia de maleza y arrastres impide el flujo del agua y favorece su estancamiento. "Por antiguas ordenanzas, este tramo siempre se ha limpiado dos veces al año, pero esta actuación está paralizada desde que se recuperó la laguna, hace más de seis años", explicó José Sánchez, uno de los agricultores. Algunos alcaldes indicaron, sin embargo, que la última intervención se ejecutó hace cuatro años.


El Inaga autoriza la limpieza fuera de la laguna, a partir de la compuerta, y entre el 15 de julio y el 30 de septiembre, una fecha poco adecuada, según Simón Rubio. "Ya se habrá terminado la temporada de riegos, con el 80% de la cosecha concluida", indicó, tras agregar que la maleza impide la circulación del agua, todavía más acentuada en la época de sequía.