Cuatro pueblos de la zona de Palomar siguen sin poder acceder a sus botiquines

Los locales donde suministraba las medicinas la farmacéutica detenida por una presunta estafa a la Seguridad Social están cerrados y sujetos al proceso judicial

Nadie puede entrar en los botiquines de los tres pueblos a los que suministraba medicamentos la farmacéutica de Palomar de Arroyos, detenida por una presunta estafa a la Seguridad Social al facturar recetas al Gobierno de Aragón y al mismo tiempo venderlas en una parafarmacia de la localidad valenciana de Enguera. Los locales, cuya llave solo tiene la imputada, están sujetos al proceso judicial que se ha abierto en el juzgado número 3 de Teruel para esclarecer los hechos, por lo que tanto Palomar como Cañizar del Olivar, Castel del Cabra y Torre de las Arcas se encuentran desabastecidos desde hace tres semanas y pendientes de una solución que, según los alcaldes, tarda en llegar.


La alcaldesa de Torre de las Arcas, Teresa Gamarra, señaló que el problema legal que envuelve el acceso a los botiquines, cuya titular sigue siendo la farmacéutica encausada, impide una pronta disponibilidad de los mismos. Se habla incluso de más de dos meses de demora. Razón por la cual los municipios han iniciado la tramitación para habilitar nuevos espacios donde despachar las medicinas una o varias veces a la semana. En Torre de las Arcas se ha previsto ubicar el botiquín en la consulta médica. "Es el único lugar con conexión a internet y con buena accesibilidad para gente mayor con que contamos", explicaba Gamarra.


En Castel de Cabra, donde la Guardia Civil confiscó todas las medicinas depositadas en su botiquín, resulta más complicado acondicionar otro local para dispensar las medicinas que tienen que suministrar las farmacias de los pueblos más cercanos, Montalbán o Escucha. El alcalde, Francisco Rodríguez, se lamentó de no disponer de otro local adecuado. "El que teníamos, al lado de la consulta médica, era el mejor por contar con internet, imprescindible para las recetas electrónicas", dijo Rodríguez.


Destacó "la urgente necesidad" de solucionar esta carencia en una zona en la que la mayoría de los usuarios del botiquín son personas de avanzada edad sin posibilidad de desplazarse a las farmacias de los pueblos vecinos. El Ayuntamiento de Palomar de Arroyos ya ha decidido habilitar la biblioteca de forma provisional como dispensario de medicamentos, pero los trámites que se requieren para reanudar este servicio se alargan más de lo que los vecinos querrían.


La alcaldesa de Palomar, Ernestina Juárez, reconoció que el precinto de la farmacia de la localidad "es un trastorno, porque todo el mundo ya estaba acostumbrado y ahora tenemos que estar dependiendo de la buena voluntad de quien tiene coche".


La alcaldesa de Cañizar del Olivar, Yasmina Cuesta, considera que uno de los inconvenientes con que se está encontrando para adaptar un nuevo botiquín es la falta de locales en el pueblo con conexión a internet. "Así no podemos estar mucho más tiempo. Los ancianos se pasan las recetas unos a otros y se compran cuando alguien viaja a la farmacia más cercana", explicaba.