Los pueblos de la zona de Palomar piden solución para adquirir fármacos

La Guardia Civil se incautó de mil medicamentos sin precinto que procedían presuntamente de la botica de la localidad 

Los Ayuntamientos de los pueblos que se abastecían de la farmacia de Palomar de Arroyos, precintada desde la semana pasada por su presunta implicación en una estafa a la Seguridad Social a través de recetas falsas, reclaman al Gobierno de Aragón medidas urgentes para el suministro de medicamentos. El establecimiento, cuya titular, Amparo Armiñana, figura entre los detenidos en la operación iniciada el pasado miércoles por la Guardia Civil de Teruel y Valencia, abastecía varias veces por semana a Castel de Cabra, Torre de las Arcas y Cañizar del Olivar. La farmacéutica se desplazaba en persona a los municipios para despachar las recetas médicas.


La alcaldesa de Palomar, Ernestina Juárez, señaló que el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón se ha comprometido a habilitar un botiquín esta misma semana con medicamentos que serán expedidos por la farmacia de Escucha, de la que dista 5 kilómetros. "Para nosotros –explicó– resolver este problema es una prioridad". El alcalde de Castell de Cabra, Francisco Rodríguez, coincidió con su homóloga en la urgencia de una solución. "Más de la mitad de los 90 vecinos que residen habitualmente en el pueblo son jubilados, con problemas para desplazarse a las farmacias de otras localidades, por lo que el suministro semanal de medicinas es fundamental", explicaba el primer edil de Castel de Cabra.


En Torre de las Arcas, con 30 vecinos, de los cuales tan solo una decena tienen menos de 60 años, la atención que dispensaba la farmacia de Palomar era muy importante al estar ahora la botica más cercana, la de Montalbán, a 18 kilómetros. "Con buena voluntad se puede funcionar puntualmente, comprando los vecinos medicamentos cuando viajamos, pero el botiquín es un servicio que no podemos perder", explicaba la alcaldesa, Teresa Gamarra, tras añadir que el pueblo carece de transporte público.


El cierre de la farmacia de Palomar es igualmente un trastorno para Cañizar, cuya alcaldesa, Yasmina Cuesta, dijo que la atención que proporcionaba "era muy necesaria, porque el 60% de los vecinos no pueden desplazarse fuera". Mostró su sorpresa por la presunta implicación de la farmacéutica, de la que dijo: "Es una chavala de lo más normal que trabajaba más horas que un reloj".


La Guardia Civil intervino en la farmacia de Palomar de Arroyos y en la parafarmacia de Enguera (Valencia) que, presuntamente colaboraba en el fraude, mil medicinas sin el preceptivo cupón. Las investigaciones apuntan a que la farmacéutica había facturado los medicamentos al Departamento de Sanidad pero no los había expedido sino que los habría vendido a través de la parafarmacia valenciana. La operación policial, denominada Pharmakon, se saldó con cuatro detenidos, que quedaron en libertad tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel.

La titular de la botica, Amparo Armiñana, de 46 años, y el propietario de la parafarmacia, J. R. B. A., de 55 años, tuvieron que pagar fianzas de 40.000 y 30.000 euros, respectivamente. La Guardia Civil aclara en un comunicado que la parafarmacia de Enguera no está autorizada para expedir los medicamentos.