Seiscientos operarios trabajan en la puesta a punto de la central térmica de Endesa

Las tareas suponen un coste de 4,7 millones de euros y se realizan de forma periódica. Se prolongarán durante el mes de mayo

Alrededor de 600 personas trabajan en la revisión del grupo dos de la central térmica de Andorra. Se trata de actuaciones periódicas que tienen por objetivo mantener la eficiencia y la disponibilidad de la planta. En esta ocasión, las tareas, que requieren un desembolso de 4,7 millones de euros, comenzaron el 27 de abril y se prolongarán durante el mes de mayo.


Los trabajadores que han llegado hasta la Villa Minera forman parte de unas setenta empresas externas especializadas que contrata la propietaria de la planta, la eléctrica Endesa, y las actuaciones se prolongarán durante un mes. Debido al nivel de especialización requerido en las labores a realizar, hay un importante volumen de supervisores de empresas tanto nacionales como extranjeras que controlan las actividades a realizar.


Desde el punto de vista técnico, las tareas consisten en la revisión de la caldera, turbina y alternador; desulfuración, transformadores y otros equipos auxiliares. También se comprueba el estado de todos los sistemas mecánicos y eléctricos de control del grupo dos, en este caso.Garantizar la seguridad

El día 2 de mayo, coincidiendo con la semana del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el trabajo, se realizó un simulacro de accidente en la central térmica. La simulación consistió en un intoxicado en un espacio confinado debido al humo inhalado por un conato de incendio.


El simulacro activó los protocolos de actuación de los equipos de primera intervención para la extinción del conato: el grupo de rescate para sacar al intoxicado y el equipo médico para el traslado del mismo. También quedaron activados y listos para actuar los equipos de segunda intervención de la Central. El simulacro se llevó a cabo con humo respirable real y los responsables destacaron los rápidos tiempos de actuación de los distintos equipos.


La última revisión que tuvo lugar en la central se produjo en el otoño de 2013. Entonces también llegaron a la localidad unas 600 personas y la inversión fue similar. Para el sector hostelero, estos trabajos periódicos suponen un incremento en los datos de ocupación. Las reservas de plazas hoteleras alcanzan a municipios cercanos a Andorra, como Alcorisa, Calanda e incluso Alcañiz.