Restos de la Guerra Civil

La Policía recomienda "no tocar" objetos sospechos

En Aragón sigue siendo habitual hallar granadas de la Guerra Civil, aunque en menor cantidad, y especialmente en el término municipal de Teruel.

Responsables de la Unidad TEDAX-NRBQ de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han recomendado a la población "no mover, no tocar" cualquier objeto sospechoso que pueda encontrarse al remover tierra o en el campo, "y que no se corresponda con el lugar", ya que todavía quedan granadas de la Guerra Civil, especialmente en el término municipal de Teruel, así como avisar a la Guardia Civil o la comisaría más próxima. 


En rueda de prensa, estos especialistas han mostrado algunas de esas granadas, sobre las que actualmente actúan unas 15 veces al año, frente a las 30 o 35 intervenciones que realizaban en torno a 2005, cuando había más movimiento de tierras por las obras de la autovía A-23 y de la ronda de barrios en Teruel, y aparecieron "infinidad de ellas".


Desde esta unidad han indicado que ahora "sigue siendo habitual" hallarlas, aunque en menor cantidad, y especialmente en el término municipal de Teruel, puesto que fue la zona "sufrió la guerra directamente, de forma continuada y profusa".


Asimismo, han apuntado que también aparecen en obras en viviendas particulares y, como ejemplo, ha comentado que un ciudadano dio aviso tras llegarle un cargamento de tierra para su jardín en el que había un proyectil.


Ahora, tras la explosión de una granada ocurrida recientemente en Teruel, cuando un padre y un hijo limpiaban un garaje, quienes resultaron heridos graves, otro ciudadano requirió la presencia policial ya que en una pared de su chalet había un objeto metálico "pegado" que resultó ser una granada, que fue "neutralizada in situ".


También han comentado que en otras ocasiones son objetos que pasan de padres a hijos y quienes las poseen no son consciente del riesgo que corren, tanto ellos, como sus familiares, vecinos y los visitantes de sus viviendas.


En este sentido, los policías han sostenido que "muchas veces, las granadas se ocultaban en dobles techos, paredes y, con el paso del tiempo, la lluvia o cuando se hacen obras, aparecen". Otro ejemplo que han citado son los entre 10 y 11 proyectiles que aparecieron en la ciudad de Huesca hace unos 15 años de 155 milímetros, cuando se hicieron unas obras en un solar, y cuya cantidad de explosivo era de "cinco o seis kilos".


Material peligroso 

Responsables de la Unidad TEDAX-NRBQ de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han señalado que estas granadas "son peligrosas" porque pueden estar desprovistas del sistema de seguridad "y por la fatiga del material" ya que "tienen alrededor de 80 años" y "están compuestas de piezas que llevan" todo ese tiempo en tensión.


Según han relatado, las granadas que se utilizaron durante la Guerra Civil fueron españolas, polacas, italianas y alemanas, ya que "se experimentó con material que luego se usó en la Segunda Guerra Mundial".


También han manifestado que si se pueden desactivar fácilmente, lo hacen, pero el principio de acción es "correr el mínimo riesgo" y "ante la más mínima residencia de una pieza de hace 75 años, no se continua".


Los agentes han mencionado que hay coleccionistas de estos materiales y han comentado que si bien hasta la fecha no se les persiguen, si se halla, se requisa porque "puede llevar explosivo", mientras que si solo está el contenedor sigue siendo susceptible de ser empleado "para meter otro tipo de explosivo".


En este punto, se han preguntado "qué se ha hecho con el explosivo" cuando aparece el contenedor original vacío y han advertido de que una cosa es poseer una granada y otra "tener 40 o 50 piezas", eso es "un depósitos de explosivos" y "puede ser castigado legalmente", para estimar que estas personas "conocen el tema, pero la confianza a lo mejor les mata".


Museo

La Unidad TEDAX-NRBQ de Zaragoza posee un pequeño museo con el material que han encontrado en los últimos 20 años en Aragón, principalmente granadas de mano, granadas de mortero y proyectiles de artillería, que provienen, en su mayor parte, de la Guerra Civil y de Teruel, y que se guarda "sin peligro alguno". También se emplea para su formación.


No obstante, sus responsables han puntualizado que cuando se trata de material terrorista pasa a disposición de la Audiencia Nacional. Entre las actuaciones más destacadas de esta unidad en el área de explosivos, se encuentra la desactivación de un kamikaze en 1991, un coche bomba en El Corte Inglés de Zaragoza en 2002, un artefacto en las vías en Samper de Calanda, en 2003, tres cartas bombas dirigidas a medios de comunicación en 2004, y una granada en 2005, en el aeropuerto de Zaragoza.


Esta unidad actúa en las zonas urbanas de la Comunidad autónoma y si en 2005 efectuaba unas 500 intervenciones, ahora realiza entre 140 y 150 al año. Además, desde 2005 han integrado la especialidad NRBQ, ante los riesgos nuclear, radiológico, biológico y químico.