Los padres creen que se ahonda la brecha educativa entre zonas rurales y urbanas

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón en Teruel ha rechazado la medida anunciada por el Gobierno de Aragón de cierre el próximo curso de las aulas con menos de cinco alumnos, así como la desaparición de ciclos formativos en institutos fuera de la capital.

Por ello, apoyan las movilizaciones contra la actual política del Gobierno aragonés al entender que no "apuesta" por el mundo rural, y que entra en contradicción con unas declaraciones de la consejera de Educación, Dolores Serrat, en las que expresaba su "decidida apuesta" por la escuela rural.

En un comunicado, consideran que "con las medidas que se están tomando desde la Consejería de Educación, la brecha entre la zona rural y la urbana se hace cada vez más notable"

Fapar considera que con el cierre de aulas se convierten "colegios completos en incompletos", y critica la decisión de cubrir bajas a partir de los 10 días, aunque la sustitución "en bastantes casos no lega antes de 20 días". Esto supone un importante esfuerzo para los docentes, destaca la organización de padres y madres, así como "para poder atender las necesidades educativas más acuciantes en el alumnado con necesidades de apoyos".

Afirman los portavoces de Fapar en Teruel que en el mundo rural "no existe la posibilidad de elección de centro, por lo que exigimos se doten de todos los recursos que se dan en las capitales".

Advierten, además, que los recortes han provocado un proceso de "destrucción de plantillas, de centros y de programas", con la idea, afirman, de "movilizar a niños de una localidad a otra, lo que conlleva el abandono de los municipios".

Según los datos de Fapar, hay 133 aulas rurales, 64 con menos de 10 alumnos lo que significa que solo tienen un maestro y sus bajas hasta que no llega un sustituto las tienen que cubrir docentes de otras aulas del CRA, aseguran, lo que provoca que dejen de dar sus asignaturas en aquellas aulas.