El pasado día 23 de noviembre, Agentes del Servicio Protección de la Naturaleza del SEPRONA de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, sorprendieron a tres individuos, vecinos de Madrid, que cazaban cabras montesas de forma furtiva en la provincia de Teruel.

Las investigaciones comenzaron semanas antes al observar maniobras sospechosas de un vehículo por el coto deportivo de caza de Villarluengo. Ante las sospechas de que pudieran ser cazadores furtivos, las autoridades comenzaron a investigar y el día 23 se logró identificar al conductor de uno de los vehículos. El otro turismo trató de darse a la fuga pero fue interceptado por otra patrulla de la Guardia Civil.

Mientras escapaban, los cazadores se deshicieron de dos cabezas de cabra montés que habían abatido previamente y que guardaban en bolsas de basura.Material de alta tecnología

Las autoridades han destacado la "alta sofisticación" del material utilizado por los furtivos entre el que se encuentra un rifle marca Thomson calibre 243 con mira telescópica, además de un visor nocturno adaptable al arma intervenida, dos emisoras portátiles, varias linternas, y munición.

Las autoridades les han imputado la comisión de un delito contra la fauna y les ha intervenido el material de caza.