La Guardia Civil y las demarcaciones de carreteras del Ministerio de Fomento de Teruel y Castellón intensificarán este invierno su colaboración para evitar problemas de tráfico en la autovía Mudéjar o A-23 durante una nevada. El plan contempla que en la fase de alerta de un temporal, es decir, horas antes de que empiecen a caer los copos de nieve, agentes de dicho cuerpo de seguridad e ingenieros de Fomento de las dos provincias se comuniquen al objeto de poder reducir al máximo la circulación de vehículos en ambos sentidos.

La iniciativa ha partido de la Subdelegación del Gobierno en Castellón, que quiere impedir que se repita la situación que se dio hace dos años, cuando fue necesaria la intervención de la Unidad Militar de Emergencias, Ume, al haberse quedado atrapados por la nieve varios camiones en la autovía Mudéjar a la altura de la localidad castellonense de Barracas, a pocos kilómetros del límite provincial con Teruel. La A-23 comunica el norte de Aragón con el Mediterráneo y recibe tráfico internacional europeo desde Francia a través del túnel de Somport.

La limitación del tráfico al máximo de manera previa a la llegada del temporal no solo garantizará la seguridad de los conductores sino que facilitará el trabajo de las máquinas quitanieves encargadas de hacer transitable la carretera. Así lo explicaron recientemente fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Castellón, las cuales subrayaron que el objetivo es “sumar sinergias de coordinación con Teruel” para poder actuar con rapidez y eficacia ante los fenómenos adversos.

En Teruel, la campaña de vialidad invernal 2014-2015 tiene como novedad la instalación de un nuevo panel informativo en el tramo Santa Eulalia-Calamocha de la A-23 en sentido Zaragoza que se suma a los seis ya existentes en la red nacional de carreteras a su paso por la provincia. Este dispositivo aportará a los conductores datos acerca del estado de la subida a Ferreruela, Llanos de Mainar y el puerto de Paniza, estos dos últimos lugares ya en la provincia de Zaragoza. Además, se ha aumentado el número de sensores meteorológicos en el túnel de San Just, en la N-420, lo que permitirá medir la temperatura y la humedad de la carretera.