La localidad de Torre de Arcas se sube a una báscula

Vecinos y veraneantes de Torre de arcas se subieron a la báscula municipal para sopesar la humanidad del pueblo. Los 140 participantes en la experiencia suman 8.250 kilos de carne mortal

Vecinos y veraneantes de Torre de Arcas posaron para una monumental foto de familia en la báscula municipal y aprovecharon la ocasión para pesarse en bloque.
La localidad de Torre de Arcas se sube a una báscula
Carles Terés

La población de Torre de Arcas (Teruel) pesa 8.250 kilos, según el pesaje de sus 140 residentes –entre vecinos y veraneantes– hecho el pasado miércoles como acto de arranque de los festejos patronales. La insólita iniciativa corrió a cargo de la comisión de fiestas y contó con el apoyo del pueblo, que se subió a la báscula municipal para medir la humanidad de esta pequeña localidad del Matarraña. Tras inmortalizar la escena en una monumental foto de familia, niños y mayores se dispusieron a disfrutar de los festejos en honor del patrón, Sant Bernat.


La histórica instantánea, que incluye al vecindario y a decenas de visitantes llegados con motivo de las fiestas locales, incluyó desde el pequeño Mikel, de apenas dos meses, hasta la abuela Pilar, de 76 años. Un pregón los convocó a todos al atardecer en la báscula del Ayuntamiento para posar para la posteridad. El encargado de captar la concurrida imagen, Carles Terés, explicó que vecinos y veraneantes manifestaron «muy buena disposición» para el posado. 


La promotora de la iniciativa, Olga Martín, explicó que solo se resistieron los «guiñoteros» –los fanáticos del guiñote–, a los que «no hubo manera» de arrastrar hasta la báscula, situada a las afueras del casco urbano. Martín explicó que su intención fue reunir a los vecinos para una foto de familia en un lugar poco habitual. Pero, una vez que se imaginó al pueblo sobre la plataforma de pesaje a la espera del fotógrafo, se planteó la posibilidad «de aprovechar la ocasión» para pesarlos a todos.


Una vez reunidos en torno a la plataforma de pesado –utilizada habitualmente para pesar cargas de ganado o de cosechas–, los organizadores tuvieron que poner a cada cual en su sito para que todos cupieran en la foto y fueran visibles. El fotógrafo, que se subió a un balcón de un segundo piso para tener un buen encuadre, explica que «hubo que poner un poco de orden para tomar la fotografía, porque, si no, la gente se hubiera quedado charlando hasta la noche». Entre los inmortalizados figuran los músicos Mario Sasot y Antoni Bengochea, que actuaban inmediatamente después del posado.


No es la primera vez que Torre de Arcas, con solo 95 residentes censados, organiza una foto de familia con todo el vecindario y los veraneantes. El año pasado, el lugar elegido para tomar la instantánea colectiva fue la plaza del pueblo. Sin embargo, en 2014, la comisión de fiestas se sacó de la manga un «motivo distinto» para congregar a la población: conocer su peso en carne mortal. Fue también la ocasión de tener una foto «atípica» de la población. 


Olga Martín explicó que se le ocurrió la idea cuando, al planificar las fiestas patronales, quiso organizar «algo diferente». Aunque todo el vecindario estaba informado del proyecto por el programa de fiestas y por un pregón, Martín explicó que la comisión de fiestas tuvo que animar a los vecinos, y sobre todo a los más mayores, «a los que les daba pereza salir a las afueras del pueblo para el posado». Pero la consigna que corría de boca en boca convenció a los reticentes: «¡Venga, todos a la báscula!».