Recortes en Educación y Sanidad

Los alumnos de Ariño seguirán usando las tabletas

Los alumnos de esta localidad turolense fueron los primeros de España en cambiar los libros por tablets PC. Los padres han decidido asumir el pago de los ordenadores.

Los alumnos del colegio de Ariño, en Teruel,  fueron de los primeros en España en cambiar los libros por tablets PC e incluso demostraron a Bill Gates cómo los utilizaban, y ahora, ante el temor de que las administraciones suspendan el programa, los padres han decidido asumir el pago de los ordenadores porque no quieren que los recortes y la crisis les hagan volver atrás.


Cada padre tendrá que preparar 380 euros para financiar el ordenador que utilizará su hijo, para sustituir los que se estropeen y para los niños que empiecen 3º de Primaria, que es el curso en el que desaparecen por completo libros y libretas de las aulas de este colegio.


En total 22 alumnos de los 55 que tiene el centro, desde Infantil hasta 6º de Primaria, aunque los más pequeños también tienen en su aprendizaje la presencia de las nuevas tecnologías.


"En Ariño la tecnología pasa desapercibida, porque los niños saben solucionar los problemas que les puedan ir surgiendo", explica el director del centro, José Antonio Blesa. A partir de la experiencia de Ariño, que comenzó en 2003, el programa Pizarra Digital se ha ido generalizando a otros colegios de Aragón y de fuera de la Comunidad en proyectos piloto, a través del programa Escuela 2.0.


Padres y profesores lo defienden y se niegan a renunciar al programa que ha supuesto, tanto para padres y alumnos como para los profesores, un importante esfuerzo de aprendizaje.

Recortes del Gobierno

La decisión de asumir el coste de los ordenadores no ha surgido tras el anuncio de los últimos recortes del Gobierno central, con la supresión del programa Escuela 2.0, sino que ya al inicio de curso comenzaron a temer que la crisis les afectara.


Blesa explica que el suministro y mantenimiento de ordenadores en la escuela lo realizaba Microsoft, a través de un acuerdo con el Gobierno de Aragón, y que dejó de hacerlo el pasado año, por lo que el asunto se llevó a la asamblea de padres y profesores.


En la primera reunión, añade, se acordó mantener esta metodología de trabajo basada en el uso exclusivo de ordenadores en las aulas y después fueron los propios padres los que buscaron los modelos y marcas adecuadas de los tablets así como las fórmulas de financiación, que costean íntegramente los padres.


"Tienen todo lo que necesitan a mano, es más rápido, sobre todo a la hora de buscar y hacer trabajos", explica a Efe Mari Carmen Soler, una de las madres de este centro.


Ella tiene dos niños, uno en infantil y otro que el próximo año comenzará 3º y por tanto en septiembre tendrá que asumir ese pago, aunque como el resto de padres, tiene la posibilidad de hacerlo a plazos. "Creemos que volver ahora atrás sería un retraso" y sobre el coste que supone para las familias, tiene claro que también en libros tendrían que invertir una cantidad similar si no fueran gratuitos como en el caso de Aragón.

Vuelta a los libros

Ese ejemplo concreto lo expone Azucena Peguerol, que tiene una hija escolarizada en 5º de Primaria y otra que ya acabó sus estudios en el colegio y ahora estudia en el instituto de la vecina localidad de Andorra.


"Yo veo que la vuelta a los libros que mi hija está viviendo en el instituto es un atraso, y tiene que esperar a salir de clase para poder trabajar con el ordenador", explica.


La experiencia que cuentan padres, alumnos y profesores en este colegio es positiva, porque todos están implicados y hay padres voluntarios que participan en grupos interactivos con los alumnos una vez a la semana.


Ellos aprenden también a través de sus hijos, como cuenta Ana Noé, madre de otro alumno de 2º de Primaria y voluntaria en estos grupos de aprendizaje.


También los profesores han tenido que hacer un esfuerzo para sacar todo el partido a esta metodología de enseñanza, olvidando la clase magistral para ofrecer una lección más interactiva.


Su experiencia ha servido de ejemplo para la aplicación del programa en otros centros y todavía ahora investigadores y profesionales de la enseñanza de otras regiones de España y de países vecinos como Portugal les visitan para aprender de ellos.


El programa de Pizarras Digitales comenzó a extenderse a otros municipios de Aragón en 2005, aunque no siempre con los mismos resultados que en Ariño. Así y todo, Blesa tiene claro que "no se puede volver atrás porque haya escuelas en las que los ordenadores se llenen de polvo o haya profesores que tengan miedo".