TERUEL

La plantilla de limpieza protesta ante el pleno contra la privatización de la recogida de basura

Teme que pierdan hasta 13 puestos de trabajo, mientras el equipo de gobierno asegura que no se destruirá empleo.

El alcalde, Miguel Ferrer, discute con el sindicalista Aurelio Palomares ante la protesta de la plantilla de limpieza momentos antes del pleno.
La plantilla de limpieza protesta ante el pleno contra la privatización de la recogida de basura
a. g.

La plantilla del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Teruel protestó ayer de forma ostentosa ante el pleno municipal para mostrar su rechazo frontal al traspaso del servicio de recogida de basuras al Consorcio número 8 -que aglutina a 180 ayuntamientos-, un paso que comportará, de rebote, la privatización de esta labor. Los empleados afirman que el camino emprendido por el Consistorio pone en peligro a corto y medio plazo la continuidad de 13 de los 54 trabajadores adscritos al área de limpieza, todos los que tienen contratos temporales o son interinos. El equipo de gobierno PAR-PSOE afirma por su parte que se garantizará el empleo de toda la plantilla.

 

Varias decenas de empleados de limpieza vestidos con sus ropas de trabajo y con carteles de protesta asistieron a la sesión plenaria que acordó la transferencia con los votos de PP, PSOE y PAR. Solo la CHA votó en contra. Los operarios, que exhibieron letreros contrarios a la privatización, mostraron su rechazo a los argumentos del equipo de gobierno. La plantilla argumenta también que el servicio funciona correctamente y sin quejas vecinales, por lo que, a su juicio, no hay motivos para la privatización.

 

Las críticas laborales se centraron en el alcalde, el parista Miguel Ferrer, y en la actitud del grupo socialista, que, según la Federación de Servicios Públicos (FSP) de la UGT, en la anterior Corporación reforzó la limpieza con mas equipos y personal. El concejal del PSOE Gaspar Lozano, aludido por el sindicato en su calidad de delegado de Limpieza en la pasada legislatura, no ocultó su contrariedad por tener que votar a favor del traspaso de la recogida de basuras. Lozano se lamentó: "No esperaba esto del PSOE, pero me debo a mi partido y tengo que respetar la disciplina de voto". El edil dijo pensar igual que cuando relanzó el servicio de limpieza y que volvería a actuar de la misma manera. Señaló, no obstante, que el PSOE exigirá que el traspaso no ponga en peligro los actuales empleos ni su poder adquisitivo.

 

Miguel Ferrer recalcó que el traspaso de la recogida de residuos garantizará los puestos de trabajo, aunque los operarios tendrán la opción de seguir en el Ayuntamiento o pasar a la empresa que, en su día, gestione la retirada de la basura. Los empleados que elijan la primera opción reforzarán la limpieza de las calles, lo que conllevaría prescindir de la empresa Fobesa, que ahora se ocupa de limpiar el Ensanche. Ferrer señaló que el traspaso de la recogida de basuras ahorrará costes y mejorará el servicio con nuevos contenedores y vehículos.

 

La portavoz del PP, Emma Buj, apoyó la privatización con la condición de que no perjudique a los empleados que ahora realizan el trabajo, mejore la calidad del servicio y este sea más económico para el Ayuntamiento. Añadió que los populares siempre han apoyado esta solución e insinuó que el PSOE no puede esgrimir la misma coherencia.

 

El portavoz de CHA, Paco Martín, manifestó su convicción de que la privatización de la recogida de la basura no mejorará la calidad del servicio y puede resultar más cara para los ciudadanos. Argumentó que la retirada de plásticos y cartón ya es gestionada por empresas y presenta muchas deficiencias.