TERUEL

Estercuel viaja a través de los siglos

El ayuntamiento de la localidad y la Asociación de Jóvenes Estercuelanos conmemoraron ayer por primera vez los 8 siglos transcurridos desde la concesión de la Carta Puebla a la villa por Pedro II el Católico, rey de Aragón y conde de Barcelona.

Los vecinos de Estercuel, muchos vestidos de época, participaron masivamente en todos los actos.
Estercuel viaja a través de los siglos
M.M.B

Una joven pareja de campesinos, ataviados con sus túnicas de color tierra, camina tranquilamente hacia la plaza mayor de la villa. Allí, rodeados por los colores de los blasones de sus casas, caballeros y señores de la contornada se encuentran charlando despreocupados, mientras los vasallos se deleitan con pedazos de queso o carne traída por los comerciantes que se han acercado hasta el lugar con motivo de tan señalado evento. De repente, unos y otros enmudecen, Pedro II el Católico, rey de Aragón y conde de Barcelona, inicia su parlamento. "En el nombre de Cristo… damos de forma voluntaria y espontánea, a tí, querido Miguel Sancho, el castro y la villa de Estercuel".


Este fue el punto álgido del I Encuentro con la Historia que se celebró ayer en Estercuel con motivo de la conmemoración de los 8 siglos de la Carta Puebla de la localidad. "Encontramos el documento y pensamos que sería bonito realizar algún acto para que los vecinos lo conociesen", explicó Ángel Terrén, presidente de la Asociación de Jóvenes Estercuelanos, que junto al Ayuntamiento del municipio fueron los encargados de organizar los actos de esta jornada.


Los colores de los trajes de los pequeños bufones, los campesinos, los caballeros, los nobles o los monjes daban destellos luminosos entre la multitud que abarrotaba la plaza de Estercuel. "Es increíble, la gente del pueblo se ha volcado en esta celebración", indicó Terrén.


Tras la lectura del documento, todos los presentes, gran parte de ellos vestidos con indumentarias propias del medievo, se dirigieron hasta la plaza que hay detrás del edificio consistorial, donde la vistosidad de los trajes de los vecinos se hizo más patente.


Mientras algunos degustaban las pastas típicas de la localidad, los miembros de la organización repartieron copias del documento histórico en papel para que todos los estercuelanos pudieran tenerlo en sus casas.


Después del ágape, todos los participantes realizaron un pequeño recorrido por el casco urbano en el que se fue explicando la historia de la localidad a través de sus edificios históricos, y que finalizó en el mercado de artesanos, en el que se pudieron encontrar todo tipo de productos tradicionales.


Los campesinos siguieron a la comitiva noble hasta que llegaron al banquete real. Allí, de pie en una de las zonas más alejadas del rey, pudieron degustar las sobras de los caballeros, conociendo de esta forma la benevolencia de su nuevo señor. Terrén quiso destacar la colaboración del padre mercedario e historiador Joaquín Millán, que ha asesorado y apoyado a los vecinos de Estercuel en la recreación de este episodio de su historia.