TERUEL

Entra en servicio la vía verde de Ojos Negros, una de las más largas del país

El circuito, muy demandado por los pueblos, aprovecha la línea de ferrocarril de Sierra Menera, en desuso desde los años setenta.

La vía verde de Ojos Negros, un circuito de turismo natural reivindicado desde hace una decena de años por los pueblos por donde discurre esta infraestructura, entró en servicio ayer de forma oficial.


El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y diversas autoridades regionales y provinciales estrenaron la vía en el tramo de la estación de Escandón, un llano que los políticos pudieron recorrer montados en bicicletas de montaña.


En la vía verde, que aprovecha el antiguo trazado del ferrocarril de Sierra Menera que transportaba el mineral de hierro desde Ojos Negros hasta Sagunto, se han invertido algo más de dos millones de euros en varias fases de ejecución. De hecho, ayer se abrió al público el tramo que enlaza el límite de la Comunidad Valenciana con la ciudad de Teruel, que constituye más del 50% de todo el recorrido. Problemas surgidos en una pasarela han retrasado hasta dentro de unas semanas la apertura del siguiente ramal que concluirá en Santa Eulalia.


Quedará pendiente únicamente el último tramo desde Santa Eulalia a Ojos Negros, una infraestructura que no será acometida por el momento al ser la vía utilizada en la actualidad por una empresa cementera. No obstante, Marcelino Iglesias no descartó el acondicionamiento futuro de este trayecto.


Más de 160 kilómetros


Esta vía verde, en su recorrido completo que incluye el tramo inicial valenciano -operativo ya desde hace varios años-, se convertirá, con unos 160 kilómetros de longitud, en la más grande de la península. Esta circunstancia hace que discurra por una gran variedad paisajística y la presencia de 5 túneles y tres puentes y viaductos para salvar la difícil orografía de la zona. El más destacado por su singularidad es el viaducto de Albentosa, de 179 metros de longitud y una altura máxima sobre el barranco de 50 metros. Sus piedras de sillería conservan, además, las secuelas de la historia. Uno de sus arcos centrales fue volado durante la Guerra Civil en 1937 y reconstruido posteriormente, en 1940.


Marcelino Iglesias explicó que la vía forma parte de todas las infraestructuras que se están desarrollando en la provincia para atraer al turismo. "Estamos consiguiendo -indicó- que Teruel sea cada vez más atractivo para el turismo, cuyo sector creció el año pasado en esta provincia un 24,8%, por encima de la media de Aragón".


Agregó que la vía verde cubre una modalidad de turismo deportivo "que cada vez tiene más adeptos". Y consideró que la proximidad con la Comunidad Valenciana le proporcionan una gran potencialidad a un recorrido que se puede hacer a pie, en bicicleta o a caballo.


La alcaldesa de La Puebla de Valverde, María Luisa Fuertes, señaló que los ayuntamientos del entorno siempre han defendido esta infraestructura, "como una forma de dar a conocer los pueblos y, en definitiva, generar riqueza".


Confía en que no se demore demasiado la puesta en marcha de una nueva fase que comprendería el acondicionamiento de las antiguas edificaciones ferroviarias como áreas de descanso, estacionamiento de bicicletas o merenderos.


La financiación de la vía verde ha sido acometida en una primera fase por el Departamento de Obras Públicas del Gobierno de Aragón. En la segunda fase intervino el Ministerio de Medio Ambiente a raíz de un convenio con el Gobierno de Aragón.